"Ese es Lawliet. L Lawliet. Se le considera un genio sin precedentes en nuestra universidad y a nivel nacional."
Aquella presentación resonó en su cabeza una y otra vez: L Lawliet, un joven especial, un genio sin precedentes a nivel nacional; el mismo que lo había desconcertado con su mal gusto, unos modales pésimos y aires de lunático. ¿De verdad era un genio?
Apenas habían cruzado palabra, pero Light ya se había percatado de que L podía hablar en perfecto japonés, al contrario que los demás estudiantes ingleses, que no eran capaces de encadenar 2 frases seguidas sin cometer errores básicos. Por otra parte, era obvio que sus compañeros lo tenían en alta estima por cómo hablaban de él y de sus logros. No es estúpido, está claro; pero eso no significa que sea un genio.
A pesar de lo mucho que lo irritaba aquel tipo, Light estaba lejos de sentirse intimidado por su presencia. La mera posibilidad de conocer a alguien cercano a su nivel, un rival digno, suponía un entretenimiento inesperado para él y lo hacía estallar de curiosidad. Era casi como si L hubiese venido a Japón para acabar con su aburrida rutina, donde cada día era una fotocopia del anterior. Vaya, L; parece que al final tendré que agradecerte la diversión.
Cuando llegó a la oficina de la coordinadora, Light golpeó la puerta un par de veces. "Soy Yagami."
Una voz femenina le respondió desde dentro. "Ah, Yagami. Pasa."
Light obedeció y saludó con una pequeña reverencia. "Acabo de dejar a los estudiantes ingleses en sus cuartos."
"¿Cómo ha ido?"
Por un segundo, Light se planteó mencionar a L y hacer preguntas sobre él para saciar su curiosidad; sin embargo, la opción de investigarlo por su propia cuenta le pareció mucho más atractiva al final. "A la perfección."
"Bien.", respondió la mujer, con una sonrisa de satisfacción. "Hay algo más de lo que quiero que te encargues, Yagami."
"¿Hm? ¿De qué se trata?"
"Me gustaría celebrar una fiesta de bienvenida para los ingleses este sábado. Ya sabes que nuestro objetivo principal es su integración en nuestra universidad, y no hay nada mejor que una fiesta para desinhibirse, ¿no crees?"
Light apretó los dientes. Su horario estaba repleto de compromisos, y la perspectiva de añadir más carga a su ya apretada agenda no lo entusiasmaba en absoluto. "Entonces, ¿quiere que me ocupe de organizarla?"
Como si adivinase sus pensamientos, la mujer le devolvió una sonrisa tranquilizadora. "Simplemente tendrás que hacer un par de llamadas, no será demasiado trabajo. No obstante, cuento contigo para ayudar a que los alumnos se sientan como en casa."
"¿Como en casa...?"
Automáticamente, L apareció en su mente.
¿Cómo se supone que voy a relacionarme con ese bicho raro? Ni siquiera es capaz de comportarse como una persona normal.
"Pero algunos de ellos ni siquiera están en mi clase.", alegó, en un intento de eludir más responsabilidad.
La coordinadora se mostró implacable. "En ese caso, tendrás que esforzarte el doble. Lo siento, Light-kun, pero sabes que confío mucho en ti. No puedo pedírselo a otro."
Light reprimió su impulso de réplica, esbozó una de sus sonrisas falsas y se despidió con otra reverencia. "Con permiso."
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En otra vida
Fanfiction¿Qué hubiese pasado si Light y L se conociesen en otra vida? ¿Seguirían siendo rivales, aun a pesar de la ausencia del cuaderno de muerte? Acompáñame para saber la respuesta.