Dudas

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Lo primero, me disculpo mucho por tardar TANTO en actualizar. Prometo que no volverá a pasar... He vuelto con más fuerza que nunca. 

Este capítulo es corto, pero deja claros los sentimientos de Light. Espero que os guste :)

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Ojalá olvidar el día de ayer.


Ojalá poder sacar de mi mente todo lo que ha pasado desde su llegada.


Desde que tenía uso de razón, Light Yagami había sido el chico perfecto a ojos de la sociedad; tanto, que incluso los demás lo miraban con una mezcla de admiración y envidia. Pero eso no había venido regalado del cielo; nada más lejos de la realidad. Light había tenido que trabajar incansablemente para crear la mejor versión de sí mismo. Ahora, después de todo ese esfuerzo, todo parecía estarse desmoronando ante sus ojos.


¿Qué he hecho mal?

¿Por qué me siento así?

¿Cómo doy marcha atrás?


Miles de preguntas como estas se arremolinaban en su cabeza. No, no podía seguir negando lo que había sentido con el beso de L; pero tampoco podía permitir que su imagen de cara al exterior se viera perjudicada.

Aquella mañana, mientras se preparaba para ir a excusarse con la coordinadora por su enorme falta de profesionalidad, Light se dedicó a cavilar sobre sus pasados romances. Recordó la frase de L en la fiesta:

"Es casi... como si estuvieras utilizando a Misa."

¿La había utilizado? Era cierto que se habían besado, pero no había sentido nada al hacerlo más allá de un rechazo muy obvio. Misa, Takada... L había dado en el clavo; las había utilizado vilmente para ganar en popularidad, para mostrarle a la sociedad que cualquier chica en su sano juicio desearía estar con Light Yagami.

Light se miró al espejo, y fue casi como si un desconocido le estuviese devolviendo la mirada. Aún a pesar de las dudas que gritaban sus ojos, se hizo una promesa:

"Sí, yo me he metido en esto; pero también lo arreglaré, como hago siempre. Lo prometo."

La promesa sonó clara, directa; sin embargo, ni siquiera él fue capaz de creer en ella.

"Da igual, no necesitas pensar.", se dijo. "Solo hazlo."


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Después de hablar con la coordinadora, Light salió del centro para dirigirse a una conocida floristería de Tokio. Una vez allí, encargó un ramo de rosas rojas y dalías negras.

"Vaya, es un ramo curioso, pero me gusta.", comentó la joven florista. "¿Son para tu novia?"

Light asintió. "Son sus flores favoritas."

La joven le sonrió. "Seguro que es muy guapa. Tiene que serlo, si es tu novia."

"Lo es. Es preciosa."

Light se forzó para visualizar a Misa. Era preciosa, sí; todo lo que cualquier chico podría desear. Una vez más, se odió por no ser cualquier chico.

"¿Quieres que añadamos una tarjeta?" Antes de que Light tuviese tiempo a contestar, la florista se acercó al mostrador y escogió una de las tarjetas plateadas expuestas. "¿Por qué no le escribes algo romántico? Luego la podemos pegar al ramo."

Light vaciló.

"¿No te parece bien?"

"No, es una buena idea. Escribiré algo."

Le llevó un tiempo encontrar el mensaje perfecto. ¿Te quiero? No, no puedo escribir eso. Quizás algo más simple, pero que deje claras mis intenciones. Quiero estar contigo... No, tampoco. ¿Qué escribo? Mierda, es solo una maldita tarjeta... ¿Por qué me cuesta tanto escribir lo que Misa quiere leer?

"Es casi... como si estuvieras utilizando a Misa." La voz de L resonó en sus adentros.


L...

Si esta tarjeta fuera para él, ¿qué escribiría entonces?


Light apretó el bolígrafo entre sus dedos. De repente, una frase apareció en la tarjeta como por arte de magia.

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Misa,

Eres todo lo que pienso.

Con amor,

Light

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