LOVE LETTER (Aizawa x T/n)

CAPÍTULO 35 Te amo

Observabas tu vestimenta en el espejo de cuerpo completo recorriendo con tu mirada cada uno de los detalles que tenías, el suéter anaranjado ligeramente holgado pero ajustado a la cintura con cuello de tortuga acentuaba tus rasgos faciales y el jean negro te hacia lucir un poco más alta de lo que eras, volteaste a ver a Mina la cual sonrió tratando de decir que tu atuendo te hacia lucir bonita para después dirigirse hacia tu tocador.

- Ven, siéntate- te señalo la silla por lo cual te sentaste en ella- Así que él también tiene algo que decirte ¿Eh?, sería muy lindo que también se confiese- te ruborizaste ante sus palabras mientras ella cepillaba tu cabello gentilmente

- No digas cosas, o sea si dijo eso en su última carta...- después de haber entregado tu carta al día siguiente habías recibido otra de su parte, por un instante pensaste que solo sería la contestación a tu reunión pero también el mayor había escritorio que él también deseaba decirte algo poniéndote algo nerviosa- Pero simplemente no quiero hacerme ilusiones, solo iré: le diré todo y por fin podré sentirme tranquila- sentiste como tu amiga colocaba un broche dorado sujetando dos pequeños mechones de tu cabello en la parte de atrás de tu cabeza dándote finalmente tu ultimo toque

- Listo- dijo alzando las manos- ¿Estas lista?- colocó su mentón en tu hombro para poder ver cómo asentías con la cabeza- Todo estará bien pero si de repente quieres retroceder o algo sucede que cambie todos tus planes, no dudes en llamarme y te juro que estaré ahí en un parpadeo, estaré al pendiente del celular así que cuenta totalmente conmigo- volviste a asentir dándote un último vistazo al espejo para después lentamente tomar tu celular guardándolo en la bolsa del pantalón, caminaste hacia tu puerta pero su voz dulce te detuvo

- T/n- regresaste a mirarla- Eres muy valiente y no tienes nunca que dudar de ti misma, eres una maravillosa persona y que nadie te haga dudar de eso- sus palabras aligeraron un poco tu nerviosismo así que le dirigiste una gran sonrisa para después salir de tu habitación

Algunos de tus compañeros te preguntaron a donde ibas cuando te vieron abrir la puerta de los dormitorios pero afortunadamente ya habías pensado una excusa que decirles: irías a hablar con alguien de la clase de apoyo para unas pequeñas mejorar en tu equipo de comunicación, con esa pequeña mentira saliste de los dormitorios sin problema alguno sintiendo como el viento frío golpeaba tu rostro como si intentara despertarte de aquel escenario fantasioso que habías creado, el sonido de tus pisadas era una de las pocas cosas que se escuchaban además de las pequeñas aves que pasaban y el abrumador golpeteo de tu corazón, intentaste repasar en tu mente lo que tenías planeado decirle en un esfuerzo de que al momento de mirarlo no dijeras algo fuera de sentido.

A pesar de que habías llegado minutos antes a lo que habían acordado te sentías realmente nerviosa al toparte de frente la puerta del gimnasio, por un instante paso por tu mente la idea de salir corriendo y simplemente olvidar que lo habías citado encerrándote en tu habitación esperando que aquellos sentimientos se enterraran y finalmente desaparecieran, pero también pensaste que si no lo hacías en ese momento tal vez nunca lo harías, no hay marcha tras, te dijiste a ti misma en forma de animo, tomaste con coraje el picaporte abriendo sin pensar la puerta para después entrar con decisión al lugar.

Minutos antes en la habitación del pelinegro este se encontraba arreglándose para poder reunirse contigo, se miraba en el espejo mientras arreglaba su saco color negro el cual se encontraba encima de un suéter de punto color crema pastel acompañado de un pantalón chino color gris oscuro, tomo entre sus manos una bufanda color rojo quemado pero se detuvo cuando regreso su mirada al espejo.

- Esto es demasiado- tiro a la cama la bufanda para después recargarse en su silla soltando un profundo suspiro- Ya sé quién es y aun así me pone nervioso- pensar en que tu finalmente le dirías todo era realmente lo que le ponía nervioso y al mismo tiempo ansioso, tomó su frasco de colonia colocándosela en pequeñas cantidades para después amarrar parte de su cabello en un moño bajo