TaeHyung ama a Lisa.
Lisa ama a TaeHyung.
TaeHyung y Lisa aman los cariños que ambos proponen, ellos no saben y nada más ven en la televisión los que las parejas hacen.
Charlotte no sabe qué hacer, ¿cómo controlar todo esto cuando fue principalment...
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Diecinueve/Veintiún años.
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El perrito no dejaba de olerle los pies, el olor a café llegaba a sus fosas nasales, era insoportable como no podía siquiera mirar hacia arriba para ver donde estaba. Apenas y movió sus pies para que el animalito se acomodara, se estaba quedando dormido.
Se tensa cuando la figura masculina se es notable en frente de ella, le ofrece una taza de café y ella lo toma por educación, no era tan fan del café, pero no quería ser grosera. El silencio fue tan incómodo, era insoportable como no podía decir ni una palabra gracias a que llegaba tiempo sin imaginarse que era capaz de estar a sola con Jeon JungKook.
Él se sentó a su lado—un poquito lejos, para Lisa estaba bien—, y prosiguió a beber su café. Ella no lo tomo enseguida, y apretó sus labios carnosos, tentada a mirarle la cara.
—¿Cómo fue que se llegaron a conocer? —pregunta, Lisa se encoje, escuchar esa voz tan cálida y ronca, sin ningún signo de que estaba alzando la voz ni preguntando con altanería, llegó a calmarla un 10%.
Ella volvió a tener en la cabeza lo que había pasado por lo menos en una hora, después del abrazo tan incómodo que se dieron, JungKook le ofreció sentarse mientras que preparaba café para así ponerse cómodos.
No le gustaba que mientras montaba la cafetera, sus ojos se clavaban en ella en todo momento, él era el único que no mostraba signos de incomodidad y lo odiaba.
Lisa parpadea, tomando la valentía para mirarlo a los ojos, JungKook tenía la mirada fija en la taza de café, su mandíbula era estúpidamente perfecta, a Lisa no le gustaba ver sus brazos desnudos, y menos que el tatuaje resaltará tanto. De hecho, a Lisa no le gusta mirarlo, para nada, así que bajo la mirada otra vez.
—Me vio en un restaurante—contesta con lentitud, preguntándose de que color usaría sus medias ahora, cuando él era pequeño, le encantaba Iron Man —... supongo que me vio manipulable...
JungKook asiente, sus manos dejan la taza y la coloca en la mesilla de madera.
—¿Y no lo eres? —se voltea a mirarla, Lisa traga grueso y se encoge de hombros—, dime si no lo eres.
—No lo soy—se ofende Lisa, correspondiendo aquellos ojos tan lindos que tiene—, me dijo que era tu novia, no podía ser maleducada.
—Se trata de no confiar en cualquier persona que se te cruce en frente—le da la contraria, alzándose hacia ella—, no porque era mi ''novia'' ibas a soportar tanta estupidez.
—Pues perdón—se le es indiferente, se cruza de brazos y se ruboriza al pensar que como había sido tan estúpida en dejar que una desconocida se le sentará y la empezará a embriagar con cuentos que no eran verdad. A Lisa se le vino a la cabeza la palabra dicha antes y se le quedo mirando con curiosidad —... ¿entonces no es tu novia?
