Crepusculo afternoon

1: Descubrimiento de Doble.

-¿A dónde me llevas?-le pregunte a Gabriel después de estar con los ojos vendados durante diez minutos.

Lo sé es raro que cuente los minutos, pero andar con los ojos vendados siendo guiada por mi novio Gabriel no es reconfortante. Él no es una persona digna de mi confianza. Sí, mi novio, el joven y guapo Gabriel.

-Ten confianza. ¿Cuantas veces te debo repetir que no te hare daño?-me dijo un poco molesto.

-Durante toda tu vida y no sería suficiente.-le asegure.

-¿Te importa si hecho un vistazo?- bromee un poco para matar mis nervios.

-No lo hagas o te arrepentirás.-me aviso.

-¿Con amenazas y toda la cosa? ¿Así quieres que confié?-al terminar la pregunta una fuerte brisa azoto mi cabello y el agarre de Gabriel desapareció.

-¿Ya llegamos?-al no sentir a Gabriel tenía que preguntar.

Gabriel se quedó en silencio.

-Me vas a obligar a espiar.-le asegure.

El silencio reino unos segundos, y entonces un fuerte grito me acorralo el oído, incomodándome. Me arranque la venda de los ojos asustada, aquel grito me erizo el vello de los brazos.

-¿Gabriel?-pregunte a la nada dando vueltas alrededor. No hubo contestación.

-Gabriel, si no contestas me iré. Sabes que odio los comportamientos infantiles.-conozco a Gabriel y puede que la sorpresa sea asustarme para subirlo a su famoso canal de YouTube donde toda la escuela lo pueda ver.

-Si lo que quieres es asustarme te aviso que no funcionara. Me voy y no te atrevas a llamarme.-grite un poco prácticamente a la nada, me sentía estúpida hablando con el bosque, porque la presencia de Gabriel no se sentía.

Pensé que regresar sola seria sencillo, pero como el me trajo desde casa con una venda en los ojos no sabía cómo encontrar el auto o salir del bosque. Estado perdida durante la última hora, solo veo árboles y más árboles. Por fin después de una larga caminata me encuentro con una casa. La observo durante unos minutos dudando si tocar la puerta y pedirle a quien sea que viva aquí ayuda. Mi puño golpea suave la puerta unas tres veces pero no hay respuesta. Trato de mirar hacia dentro por las ventanas de cristales pero no veo movimientos, tal vez no hay nadie en casa. Solo tengo dos opciones me voy y sigo caminando por el bosque hasta encontrar el auto de Gabriel, que tal vez él ya se ha ido, o armarme de valor, entrar a la casa conseguir un teléfono, llamar a mi prima Stephanie para que le diga a mi madre que busque aquí. ¿Aquí? ¿Dónde es aquí? Necesito entrar buscar entre la correspondencia para darle una dirección a mi madre. Es impresionante que la puerta no tenga seguro. Camine por toda la casa, y por increíble que parezca no hay ni una correspondencia. Camine por los cuartos todos sin cama excepto uno y ese fue el que capturo mi atención. Observe la estantería llena de libros, uno con el logo de la escuela me causo curiosidad. Mientras pasaba las páginas me quede mirando una foto en la que hay unos chicos realmente bellos sentados en una mesa del comedor. "Los Cullen." El nombre Cullen me llevo a vagar por mis recuerdos.

"La casa que mi madre quiere comprar es la de los Cullen esta ubicada dentro de bosque y es muy moderna. A pesar de que ellos no viven ahí desde hace años se niegan a vender."

¡Eso es! Esta es la casa de los Cullen, Mónica sabe dónde estoy no necesito ninguna dirección. Ahora solo necesito encontrar un teléfono, fui una tonta debí traer mi celular pero Gabriel estaba apresurado. Pero tal vez esta búsqueda sea una pérdida de tiempo, ellos llevan años sin venir aquí, es ilógico pensar que encontrare un teléfono. Pensando donde podría estar, una foto capturo mis ojos. La agarre en mis manos sorprendida, la mujer en la foto soy yo, con otro cabello y diferente color de ojos pero sigo siendo yo. Mis cabellos dorados como el sol ella con el cabello marrón rojizo, ojos amarillos yo con ojos verdes, pero con piel blanca demasiado pálida, su mirada y su nariz como la mía, en todo lo demás éramos idénticas, como dos gotas de agua. La otra joven de la foto abandono mi interés pues la otra joven se apodero de mi curiosidad. Me intrigaba saber quién era ella.