La chocolatina

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Este es un fragmento que forma parte del final de la 4a parte (Espíritu Amor); puede reflexionar lo que sucede.

Carlota se encontraba en una sala, con una chocolatina en una mesa.

Y así sucedió...

- ¡Una chocolatina!, ¡Cuánto me gustaría probarla!, pero..., si la como me pueden salir caries...

Coge la chocolatina -dijo un hombre que se mantenía firme delante de ella- ¿Porqué no la coges? Está deliciosa. ¡Nunca sabes cuando te vas a topar con una chocolatina de esta calidad! ¡Casera, casera total!

- Me encantaría...Pero tengo miedo.

¿Miedo? -dijo el hombre- Escucha, esta chocolatina está hoy aquí, mañana ya no estará.

- Quiero...Pero...

No estarás pensando que no es saludable, ¿Verdad?

- Pues sí -replicó Carlota- el chocolate no es saludable, ¡Ya me lo llevan diciendo toda la vida!

Pero lo deseas, si no nutres esa necesidad, acabarás peor de lo que podrías acabar comiéndotela.

Carlota recitó aquellas palabras en su mente; y llegó a la conclusión de que, si, no era saludable, pero no habría otra igual en mucho tiempo.

Sería más saludable que la cogieras, la necesitas, todos necesitamos un capricho de vez en cuando..., además, no se trata del capricho. ¡No es un capricho si tu cuerpo y mente lo pide!

- Pero tengo mucho miedo... ¡Nunca había experimentado estas sensaciones!, además... ¿cómo puede parecer alejarse de mí? -dijo Carlota mientras avistó que la distancia de medio metro entre ella y la chocolatina, se agrandaba-

Eso es tu miedo, -prosiguió el hombre- cuanto más lo alimentas, todo se aleja de ti un metro.

- No le he dado de comer al miedo. -protestó Carlota-

Es que no hace falta que lo hagas, cuando te alejas de algo por miedo, lo estás alimentando. Y dejas que se apodere de tu vida.

- Nnggh... Tan cerca...Pero...Tan lejos. -dijo con el deseo de nutrir la necesidad de tener la chocolatina-.

Es el último aviso, ¡Ya no más!, o coges la chocolatina, o no te volverás a encontrar con otra en mucho tiempo, y te arrepentirás.

Siempre

Y esas palabras sonaron como un eco en su cabeza... Siempre...Siempre...Siempre...

No volví a soñar con algo tan extraño, hasta el día siguiente.

La chocolatina ya no estaba; el hombre ya no estaba...

- ¡Tenía que haberla cogido!, ¡Bendita sea yo!

Entonces aprendí que más vale arrepentirse de haber hecho algo, que de no haberlo hecho.

Haberlo intentado...cuando la puerta estaba abierta...más que no haber entrado.

Eso es lo que me quiso decir el sueño.

Y ahora cargo con dolor...

¿Qué crees que simboliza, lector?

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La niña de los ojos de cristal (Obra en proceso) (Viejo)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora