Segundo espíritu
Miedo
Yo soy miedo -se presentó el espíritu- el segundo al que habrás hallado; mi labor es producir en las personas una sensación angustiosa ante los peligros, el problema es que los humanos ya no tienen peligros, ahora solo están en sus mentes.
- Eso no tiene mucho sentido, al fin y al cabo, es lo que piensan.
Claro; cuando yo actúo, formo una barrera entre la persona y lo que le produce miedo; por lo que la persona puede tender a huir, lo cual es perjudicial hasta el punto en que la persona no quiera ni siquiera salir de casa.
- ¿Y qué pasa con estas personas?
Estas personas tienen miedo, si lo evitan; son cobardes, si lo confrontan; son valientes. Y los que no sienten miedo son locos. Ponte en situación -dibujó miedo de sus perspectivas sobre la mente de Úrsula- una calle; hay un peligro, los coches, una zona segura; (la que se encuentra parada la persona) y hay un cruce a la otra calle. Para poder cruzar la calle deberá cruzar la calle, sin que le pillen los coches.
-Aja...
La diferencia entre la valentía, la cobardía y el hecho de ser temerario, es que; el temerario está loco, ¡Le falta una emoción!, y cruza sin más; sin mirar, exponiéndose a los peligros obviándolos.
Primero, el cobarde no cruza la calle por miedo a los imponentes coches, aunque haya un semáforo. Por lo que se queda atrapado en la misma calle, la misma avenida, se aprisiona a sí mismo hasta el punto de que no tiene más que salir.
Segundo, el temerario; al temerario no le importan los coches, ¡Está loco!, no piensa en su vida. ¡Puede ir cargado de bombas y a saber qué le dice la mente, explotar en medio de una plaza! ¡Pueden ser locos, psicópatas, terroristas..., a saber!
Y, por último, el valiente es el más razonable; se mantiene firme con la seguridad de que un coche no le va a pillar; mira dos veces antes de cruzar, y cruza solo en verde; si no fuera así, si cruzase en rojo; sería un temerario.
- Bien, ¿y cuál es tu papel aquí?
Los humanos me temen; yo solo les aviso de un peligro, de lo que su mente considera peligro. Hoy en día, no lo es, porque ya no hay tigres ni panteras. Solo papeles y prisas.
Y los seres humanos viajan constantemente por un río de pánico "¿¿Suspenderé este examen??, ¡Oh no!", "Tengo que hacer mi trabajo, ¿qué voy a hacer si no?, ¡moriré de hambre y aburrimiento!", y un largo etcétera. Cuando ellos se alejan de mí, yo me duplico, y me hago más grande, cierro los caminos de sus vidas hasta dejarlos sin aliento; ¡Todo porque nadie enseña a los niños qué soy y qué vengo a ofrecer!, ¡Yo no soy malo!, los pobres humanos simplemente no me comprenden... y a veces pueden llegar a temerme; es decir tener miedo al miedo. Y eso es lo que destroza sus vidas.
- Vaya... ¡Me estás enseñando mucho!, ¿Por qué no sabía yo todo esto antes?
Como siempre...los humanos solo valoran lo físico; es muy difícil para ellos hablar de cosas que no se ven a no ser que sean espíritus.
Les dan una medalla; ¡Genial!, pero ¿qué les ha costado? Ansiedad, salud, vida...y eso no se valora.
Cuando había panteras y tigres; yo fui el que les ayudó a sobrevivir; huyendo. Sin mí ellos no estarían; porque la humanidad solo huye.
- Pero dime, Miedo, Ansiedad me dijo que tú y ella estabais relacionados; me dijo que te preguntara sobre el pánico.
Bueno, eso es simple, mira tengo facetas, una es el terror, (Y cambió de color a un violeta oscuro), y otra el pánico, (Y cambió de color a amarillo oscuro) volviendo, (Volvió a su color negro) te enseñaré cada una.
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La niña de los ojos de cristal (Obra en proceso) (Viejo)
Science FictionÚrsula, una niña de 10 años se topa un día con unos prismáticos en su colegio entre unos matorrales; al ponerse los prismáticos ve a su compañero caminando triste; cuando se los quita aparece normal. Tras ella aparece un espíritu, Miedo, que le cuen...