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—¿Esta vez no te irás a hacer tu vuelta diaria? — pregunto de manera animada la chica.
—No..., Está bien — sonrío demanera falda regresando su vista a la documentos.
—Hace dos semanas que estás así..., Desde que e fue ese chico estás muy apagado,¿Te encuentras bien? ¿Comes adecuadamente? — una preocupación sobre su compañero, unos días después de que Yibo se fue todo en el mundo de Zhan se había bajado.
—Estoy bien, no te preocupes— miro su reloj de mano— Es hora de irme..., Te veo mañana.
Tomo su abrigo y se quitó su bata dejándola sobre el perchero, se colocó su abrigo y se fue sin nada más que decir.
Una noche fría, demasiado no compensaría un día aburrido de. Y, decidió ir a tomar un café, su cafetería favorita estaba abierta hasta las 11:49, así que todavía le daba tiempo.
—Buenas noches— hablo una señorita desde adentro.
—Buenas noches, ¿Me das... Un capuchino con vainilla? — se acercó poco a poco al mostrador para ver qué postres había.
—¿Que más? —
—Solo eso, gracias— camino hacia una mesa vacía y se sentó saco su celular y comenzó a mirar tratando de matar el tiempo, minutos después le entregaron su café y poco a poco se lo acabo.
Termino por irse a casa, su solitaria y cálida casa.
Un día, dos días, tres días, sin saber de ese chico que me alegraba los días, pero el conocía las consecuencias, que los pacientes se iban, trataría de acercarse a otro para llnar el vacío que había dejado Yibo.
3:02 AM
Unos extraños golpes se escucharon en su puerta haciendo que Zhan se levantará aún adormilado, el camino parecía irse alejando poco a poco hasta que llegó a la entrada.
Un aire frío, un piso frío... Unos golpes de manera fuerte hacia su puerta, puso su mano abre la manija, dura, estaba completamente dura, la logro abrir, pero en su campo visual no había nadie, saco su cabeza para asomarse a los lado, nada.
Unos llantos se escuchaba en el piso, acompañado de madera vieja, los crujientes sonidos que sacaba está, salió de su casa a pasos lentos ... Camino un poco más dando vuelta al ascensor, Yibo.
Wang Yibo estaba dentro del elevador sollozando, estaba descalzo, con ropa demasiado olgada, y sus manos en su rostro cubriéndolo por completo, se trató a acercar a Yibo pero su camino parecía nunca acabarse..., Sonó el timbre de su despertador, haciéndolo regresar a la realidad.
Un sueño.
Un sueño pesado, una noche dura sin poder dormir, soñando cosas extrañas, en absoluto, ¿Estaba viendo alusiones?
Nuevamente su día, comenzaba, ir a trabajo, pasar por un café, regresar a casa a dormir y soñar
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