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"Quiero proponer un brindis." Habló Abraham, llamando la atención de la mayoría, exceptuando a algunos como Elliot, que estaba más ocupado en dejar caricias y besitos en las manos del Grimes; además de comer aquel festín. "Cuando miro alrededor, veo sobrevivientes cada uno de ustedes se ganó ese título, ¡Por los sobrevivientes!" Alzó la copa en alto; siendo seguido por los demás.
Elliot le dio un sorbo a su combinación de vino con jugo de uva, le dio de la misma copa a Carl, quien tomó un trago, levantándose para servirse más comida.
"¿Así es como quieren vivir?" Preguntó en general elpelirrojo. "¿Levantarse en la mañana, matar no muertos, buscar comida, dormir con los dos ojos abiertos y al otro día lo mismo?" Todos guardaron un incómodo silencio. "Pueden vivir así, ustedes son fuertes, son listos... La cosa es, que para ustedes para lo que pueden hacer eso sería rendirse. Podemos llevar a Eugene a Washington y hacer que los muertos mueran y que los vivos recuperen su mundo. Y eso no es un mal negocio por hacer un simple viaje... Eugene, ¿Qué hay en Washington?"
Elliot vio de reojo a Bastián, ambos mantenían el ceño fruncido, ¿acaso era una broma de mal gusto o algo? Su familia y ellos apenas y salieron de Washington cuando todo esto comenzó, era una muerte segura para cualquiera, al menos en las ciudades, entre bosque y pueblos podía haber una posibilidad.
