Esta historia es un universo alternativo del Nugget SMP, se tomarán los personajes ficticios, en ningún momento se hará referencia a las personas detrás de éstos.
Nuestro relato se desarrolla en una sociedad poblada de razas magicas, el destino junt...
¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.
Paseaba tranquilamente por las calles de la ciudad haciendo un par de compras, últimamente sentía que la comida no me rendía lo que debía, no le encontraba explicación pues no soy alguien que tenga un gran apetito, aúnque tampoco es que le diera mucha importancia.
Cuando termine con todo lo de la lista que llevaba conmigo emprendí el viaje devuelta a mi hogar.
Me aproximaba al edificio, nunca fui fan de ir muy lejos de mi hogar a menos de que fuera por algo extrictamente necesario o por diversión.
Fui buscando mis llaves, siempre olvidaba donde las guardaba.
Un escalofrío me recorrió la espalda, me sentía vigilada, como si alguien esperara que entrará allí.
Estaba poniéndome nerviosa, se me hizo difícil abrir la puerta pues mis manos temblaban como si fueran gelatina
Subí rápidamente con la esperanza de que solo fuera paranoia.
Entre en el apartamento, dejé las bolsas de mercado en la encimera de la cocina y fui a mi cuarto para respirar un poco.
Lo primero que vi fue a mi gato acechando algo, detestaba que intentará comerse insectos, se que es su instinto pero la forma como los atacaba me parecía muy sádica.
- Cap! Sabes que no me gusta que cazes animalitos- dije mientras me acercaba para ver que estaba intentando atrapar.
Fue grande mi sorpresa al ver que se trataba de una araña, pero no era cualquier araña, detalles azules y rosas recorrían todo su cuerpo, empecé a preguntarme si podía ser venenosa, nunca había visto una así en mi vida.
Escuche un gruñido de enojo por parte de mi mascota, ¿que le pasaba? Normalmente no se comportaba de esa forma.
Revise rápidamente mis bolsillos en busca de un papel o factura que pudiera utilizar para ayudar a la arácnida antes de que fuera lastimada.
Aparte al felino de ella y con sumo cuidado le acerque un pedazo de hoja algo arrugado.
Entendió mis intenciones al instante, subío al pequeño trozo, la alze con cautela y lentamente fui hacia la ventana de mi cuarto, esta era lo suficiente mente grande como para salir hacía unas escaleras de emergencia.
Mientras caminaba mi gato empezó a maullarme a modo de queja, intentando apoyar sus patas en mis piernas para detenerme.
-Hey basta, no sabemos si esta amiguita tiene veneno, podría hacerte daño- intentaba alejarlo de mi, podría hacer que me tropiece o lo pise sin querer si seguía comportándose así.
Apoye una pierna en el marco para después impulsarme hacia afuera con precaución y deje el papel en la barandilla de la escalera.
-Ya estas a salvo-dije sonriendo-. Ahora vete antes de que a este loco se le ocurra algo.
