Después de unos cuántos kilómetros, más o menos, no sabría decir, nos detenemos en una tienda para ir por todo tipo de snack y poder comer algo.
Me acerco al pasillo de los dulces ya que obviamente no pueden faltar nunca y curiosamente Adrian ya estaba ahí, aunque puedo notar que no se decide por lo que quiere llevar, así que sin voltearlo a ver, tomo lo que siempre llevo; M&Ms, Snickers, Sour Patch de sandía (obviamente) , y otro montón de calorías que amo.
Adrian parece asombrado y me pregunta - ¿cómo haces eso? -Sé a lo que se refiere inmediatamente pero igual pregunto - ¿hacer qué? -
-Pues eso, ¿acaso nunca estás indecisa?
-Mmm no. - Y sigo mi camino porque sé que si lo pienso mucho empezaré a dudar sobre mis elecciones de las estúpidas gomitas en mi mano.
-¿Cómo lo haces?, digo, es casi cultura general tener un conflicto interno con respecto a cuando hay que elegir comida, cualquier tipo, las veces que sea.Este chico es demasiado extraño, pienso - Vaya manera de decirlo - explico.
Se queda esperando una respuesta por lo único que puedo hacer es voltear mis ojos y explicarle - Mira, hay muchas cosas que elegir, pero yo tengo mis favoritas y aunque podría gastar tiempo pensando que llevar, mejor sólo tomo lo que sé que al final voy a terminar llevando de todos modos ahorrando tiempo, y conflictos internos" porque aunque no lo creas podría escoger algo nuevo y darle una oportunidad pero en todo ese tiempo sólo estaré pensando en lo que realmente me gusta y en lo que realmente quería saborear y todo el tiempo estaré pensando en porqué no gasté dinero en lo que realmente quería, y así es como una cosa tan simple puede hacer que me desvele una noche; por eso siempre sé exactamente que llevar-
Veo que Adrian tiene un rostro entre asombrado y confundido y casi puedo notar la risa salir de su boca.
- Wow - exclama - Verdaderamente tienes problemas -
- Es mi punto de vista - le digo.
-¿Cómo duermes? - pregunta con un tono sarcástico (cómo siempre) y puedo notar que nada de esto lo dice con alguna mala intención. Así que para seguirle el juego le contesto - no lo hago - y sigo mi camino fuera del pasillo.Y cuando ya tomamos suficientes "suministros" volvemos al carro y le doy las llaves a Adrian porque sinceramente necesito que se concentre en algo más que no sea yo y mis extrañas formas de ver la vida.
Cuando enciende el carro seguimos el camino pero tan solo avanzamos unos metros cuando Adrian decide detener el carro a la orilla de la carretera, y como no le puedo leer la mente y él lo sabe, voltea hacia mí y dice: - Se está poniendo el sol, vamos a disfrutarlo -
Así que nos bajamos del auto con una bolsa de papas fritas, locamente nos sentamos encima de este y apreciamos el atardecer.Para mí puede parecer una locura sólo el estacionar el auto y sentarnos encima para ver el atardecer, pero secretamente son cosas que siempre he querido hacer, cosas que aparecen en películas donde pintan todo tan lindo y perfecto, aunque en la vida real sea completamente falso; así que realmente estoy disfrutando este momento, porque sé que nadie va a interrumpirlo para criticarlo.
Perdida en mi pensamiento empiezo a sentir tristeza y temor de no volver a ver a nadie nunca y de que esta situación sea permanente, y aún con Adrian al lado, me siento sola, sola como cuando terminaba el día largo y no podía contar con nadie para descargar el cansancio, no tenía o no podía confiar en nadie; así que solamente decidí interrumpir el recuerdo con un mordisco a la papa frita enfrente de mí.
Adrian y yo estábamos en silencio, y no en uno incómodo como cuando nos conocimos unas horas antes, o cuando alguien dice algo que no debe y toda una habitación se silencia; el silencio que había entre nosotros en este momento era tranquilo y lleno de paz, a veces el silencio es bueno. Estábamos disfrutando el momento, al final ¿que más podíamos hacer?. Estábamos atrapados en una situación de la que no sabemos si tiene solución o respuesta siquiera, y es cuando estoy pensando en esto cuando Adrian me interrumpe y dice - Oh Dios, extrañaba ver un atardecer así - y me pareció un poco curioso su comentario por lo que procedo a preguntarle.
-¿Así como? -
- Pues en calma y silencio, sin preocupaciones de entregar un trabajo o un informe al día siguiente, o de pagar alguna cuenta, sólo disfrutar. -
Me pareció curioso su comentario ya que no concordaba para nada así que le doy mi punto de vista sólo para entablar una conversación.-Mm, no creo estar de acuerdo en eso-le digo tratando de dar solamente mi punto de vista, y puedo percibir que el lo entiende porque responde:
-¿A qué te refieres? - pregunta con él ceño un poco fruncido.
-Digo, estos momentos están hechos para disfrutar y olvidar, no puedo pensar en una persona viendo un hermoso atardecer sabiendo que dura sólo unos segundos, y pensando en las cuentas que debe pagar al llegar a casa. - digo con mi mirada fija en el horizonte que parece justamente puesto para nosotros en ese momento.
-Si, pero como podrías disfrutar algo sabiendo que hay algo de lo que te tienes que hacer cargo cuando eso acabe? - me dice tratando de descifrar lo que trato de de decir y explicar.
Esa es la hermosura de los pequeños momentos que hacen feliz al ser humano, son segundos donde no existe nada más, eres tú y el momento, todas las preocupaciones se van, solo disfrutas.
Y me gusta el sólo hablar con el, siento que realmente nos entendemos. - Pensé que tenías dinero - le digo en forma de broma.
-Yo hablo en general, ciertamente yo no le encuentro el sentido - Comenta, quitándole crédito a mi sentido del humor.-Pues se hace, se disfruta, pienso que para eso existen los momentos, para ponerle un alfiler al mundo por sólo unos segundos y disfrutar lo que está sucediendo y después continuar con la vida, que realmente no se debería de sentir pesada como suele suceder. En efecto, creo que los momentos, momentos como este atardecer, son los que le dan fuerza y ganas al ser humano para continuar con una rutina exhaustiva. Después de un momento de felicidad sientes que eres tú contra el mundo hasta que la realidad vuelve a ser la misma rutina diaria de siempre y buscas otro momento donde puedas volver a sentir la calidez para recargar la energía que el mundo te drena-.
Adrian no respondió, pero pude advertir por el rabillo del ojo que me estaba viendo con una sonrisa.
-Me gusta eso-dice.
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Cuando todos desaparezcan
RandomLos pensamientos son de las cosas más poderosas en el ser humano; hay quienes los controlan y hay quienes se les sale de la manos. Seas cuál seas, siempre tendrás algo que te atormente y que en algún momento explota, pero así como hay cosas malas, e...