Cuando todos desaparezcan

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Mientras camino por el centro de la ciudad me doy cuenta de algo que debí pasar por alto el día de ayer, la tiendas están abiertas, o la mayoría de ellas, abiertas pero vacías y es cuando me entra el pensamiento de lo irreal que todo esto es. Como las tiendas están abiertas empiezo a ir por cada una de ellas a mirar y observar. No puedo evitar sentir cierta felicidad por la libertad que siento en este momento, ya que normalmente no me gusta salir sola por miedo a que me dé un ataque de pánico o algo parecido mientras no tengo a nadie a mi lado, pero por alguna razón no siento miedo en este momento, pese a no tener a nadie y no saber si en algún momento volveré a ver a alguien, no siento miedo, siento libertad y por un segundo pasan por mi mente todas esas noticias de mujeres que no pueden salir solas a las calles por la inseguridad que hay para ellas y lo horrible que es tener que vivir con miedo constante, y recordar todos los mensajes que le he enviado a mi mamá y amigas diciendo que estoy bien, y viceversa y me siento mal por un momento porque el mundo no debería ser así, debería ser mejor; pero me tengo que recordar que son cosas que no manejo (por más que quisiera) así que sigo en mis asuntos tratando de esquivar de mi mente todos los pensamientos que puedan arruinarme el día, como dije, pienso mucho todo y a veces es difícil no hacerlo.
En mi exploración entro a una tienda nueva en el centro de la ciudad de ropa y veo una hoddie que parece ser demasiado perfecta, así que me la pruebo y como me gusta como se ve, agarro dinero de mi billetera y lo dejó en el mostrador de la tienda, porque aunque no haya nadie, y nadie se fuera a dar cuenta simplemente no puedo solo agarrarla e irme; a veces desearía ser un poco más atrevida pero en cosas así, simplemente no puedo. Así que dejando el dinero en el mostrador amarro el hoddie al bolso y me voy.
Sigo caminando y viendo tiendas, a algunas entro, en otras tan solo miro por la ventana, cuando me doy cuenta de algo, o en realidad oigo algo, no puede ser - me digo a mi misma-
¡No puede ser! Así que apresuro mi paso para comprobar lo que mis oídos están oyendo y que no estoy delirando cuando en efecto tengo razón, el tren está pasando.
¿Como es que puede ser posible? Así que mi instinto lo único que me dice es que corra hacia el y así lo hago.
Cuando logro entrar al tren lo que hago es registrarlo, con la mínima esperanza de ver alguien pero mis esfuerzos son nulos así que me siento en una banca, y voy a otra, y a otra, porque esto parece de película y no puedo desaprovechar la oportunidad.
Creo que en algún momento todos hemos fantaseado en ser protagonistas de alguna película y así es como me siento ahora y no me voy a sentir culpable, porque de todos modos, nadie me está viendo. Y es cuando de mi rostro sale una sonrisa, siendo sincera se siente un poco raro tener momentos de felicidad así, ya que ni siquiera normalmente en mi día a día los tenía, por lo que ya había olvidado un poco el sentimiento.
Cuando me quedo sentada en un solo lugar sacó mis audífonos del bolso y los conecto a mi celular y le pongo mi playlist que se puede decir que es bastante variada, la canción que está sonando en este momento es Missing piece, últimamente me gusta explorar géneros que no suelo escuchar y está canción cuando la descubrí me gustó tanto,amo esa sensación de la música, que me llenan, lo amo  posiblemente porque me dan la sensación de felicidad, de estar viva y de disfrutar los días, cosa que habitualmente no hago, por lo que este tipo de canciones me dan esa sensación que tanto busco.

Después de un rato pensando y pensando empiezo a recordar, porque tanta 'felicidad' no podía ser cierta, y recuerdo mis días escolares, tratando de encajar y sobrellevar, sintiéndome mal por no saber como interactuar, y esque nunca se me ha dado tener muchos 'amigos' o ser de lo más sociable, casi que los 'amigos' que tengo es porque ellos han decidido hablarme porque yo soy muy tímida o introvertida para hacerlo, y creo que es mejor quedarme con un perfil bajo, así las personas no tienen mucho de que hablar.
Recuerdo una vez teniendo hora libre, estábamos en la zona de juegos viendo al chico que a mi amiga le gustaba, jugar, bueno, ella lo veía yo solo los acompañaba, - aunque a veces también me gustaba ver a los jugadores-
Estábamos hablando y pasando el rato y aún así yo no podía estar 100% feliz, solo pensaba en lo que podía salir mal, en que ese momento feliz no iba a durar para siempre y creo que por eso nunca puedo disfrutar del todo un momento. - Estoy bien mal-
¿Como podía ser tan egoísta? Y pensar cosas así cuando lo tenía todo, pero lo hacía y eso me hacía sentir peor todavía.

Me doy cuenta que el tren se va acercando a la parte de la ciudad donde se encuentra el comercial y decido bajarme y salir a explorar, a ver si como en el centro de la ciudad las tiendas también permanecen abiertas, así que entro y mis sospechas, una vez más, se hacen realidad. Cuando voy entrando me suena la alarma de mi teléfono con el recordatorio de tomarme las pastillas diarias, así que busco un bebedero para poder tomar agua y tragar las pastillas, no se que tanto efecto hacen ya que desde el doctor sugirió que debía tomarlas nada ha cambiado pero ya no las quiero dejar, siento que si las dejo todo seria peor.
Como sea, luego de tomar las pastillas salgo y camino por el centro comercial totalmente desolado, cosa que en mi vida he visto, y comienzo a entrar en la tiendas, aquí si me temo que soy más curiosa y aunque no me arriesgo a dejarme nada sin dejar su valor en los mostradores, si empiezo a probar perfumes, cremas y ropa.
Después de un rato paso por la librería y no sé cómo no se me había ocurrido ir antes.

Me gusta leer, el hábito me lo dejó mi hermano que también tiene el mismo gusto y como todo hermano menor siempre queriendo hacer lo que los mayores hacen pues yo también empecé sin saber que se volvería una de mis cosas favoritas.
Por mucho tiempo estuve obsesionada con las historias de detectives y juraba que era el mejor género de lectura, pero poco a poco fui dándoles una oportunidad a otros tipos de libros como la fantasía, o el romance y debo decir que lo disfruto mucho. Aunque suene ridículo creo que mi gusto culposo es leer libros románticos cliché de adolescentes, que siempre van a acabar igual pero siempre las historias me atrapan, pero es mi secreto.

Siempre que entro a la librería es como entrar a un sitio sin limitaciones, te vas a encontrar de todo, lo que te gusta, lo que no; y una infinidad de historias hechas para descubrirse así como los recientes hechos de mi vida, totalmente servible para un best - seller. Aunque nunca podría escribir ya que no puedo ni completar una idea siquiera hablando, mucho menos escribiendo;por lo que solo me queda leer los libros de otras personas y sentir, porque esa es la sensación que dan, te conviertes en los protagonistas y es como si por un lapso de tiempo no existiera nada más que el mundo que estás leyendo.