El peor boxeador (Changki)

9. Corazón roto

La luz es escasa en el lugar, sus manos están envueltas en unas vendas, su cuerpo se mueve impaciente por ese cuarto improvisado.

A lo lejos la voz del presentador resuena por ese sucio lugar y los gritos de las personas cuando escuchan el nombre del ganador hacen eco en sus odios.

Era su turno.

La puerta fue abierta abruptamente y entro unos de los hombres grandes vestidos de negro que hacía de guardia .

- Ya sal - dijo y lo tomo del brazo para lanzarlo bruscamente fuera de la habitación.

Kihyun se dejó, tenía la cabeza en las nubes, estaba nervioso. La euforia, emoción y arrogancia que un día creyó haber tenido no estaba solo lo acompañaba un par de palabras vacías, un corazón roto y una forzada despedida.

No podía quitarse de la cabeza a Changkyun, la forma tan bestial en la que se convirtió y aquella mirada que le dio, con tristeza y un vacío donde la chispa de arrepentimiento e irá yacía en él. Le tenía miedo aún pero también lástima, una parte sádica de él quería tenerlo a su lado y besar cada una de sus cicatrices hasta desaparecerlas.

- ¿Como te presentarás? - le dijo él hombre de aspecto elegante, con un par de dientes falsos y un micrófono en mano.

- El peor boxeador - dijo seguro de sus palabras.

Las cejas del señor se alzaron y una sonrisa de burla le siguió.

- Locos por la sangre y las peleas a muerte. Esta es nuestra última pelea. Señores y bellas señoritas amantes de la jungla hoy y solo hoy tenemos a un peleador único en su clase... Como es la última pelea está noche les pesento "El peor boxeador"... - hizo una pausa para dejar al público reír ante tan tonto apodo.

- contra nuestro ágil jugador "La belleza de un ángel" - esta vez el público enloqueció, los gritos de emoción con unos pocos y casi inaudibles abucheos recorrieron el lugar.

Sus puños no tenían guantes solo tenía esas vendas, frente a él un chico de casi su misma edad estaba en posición de combate era mucho más alto y también más delgado.

Sin verlo venir el puño del chico se estrelló en su abdomen logrando dejarlo sin aire.

La pelea empezó de esa forma con él en desventaja.

Minutos después cuando de su frente un hilo de sangre recorría su rostro dejo otro golpe en el pómulo del chico para después tomar su cabello y comenzar a repartir puñetasos en su cara hasta dejarlo inconciente.

- Uno, dos... - contaba el presentador junto con el público.

Cuando la cuenta llegó hasta diez se separó, el tiempo había terminado y él había ganado.

La adrenalina que corría en su cuerpo adormecia el dolor de sus nudillos y el dolor del resto de su cuerpo. Se sentía energético pero no emocionado y feliz.

Estaba tan equivocado. Una pelea había ganado y los gritos de euforia gritando su estúpido apodo no lo llenaron de vida.

Safo el agarre del señor y huyó del lugar hasta el cuarto donde pego un brinco al escuchar la voz grave del hombre que no esperaba ver.

- Felicidades eres todo un ex-jugador de la jungla -

Sus ojos estaban abiertos de par en par, sus rodillas se sintieron débiles al escuchar aquella voz. El aire no llegaba a sus pulmones y las palabras no salían se su boca.

Cuando vio al hombre causante de sus pesadillas camino lentamente, dos pequeños y vacilantes pasos dio.

- Señor Lee - pronunció tembloroso tragando saliva.

Las alarmas de su cabeza se encendieron

¿Estaba ahí por qué sabía que fue al almacén?

¿Hiba a matarlo?

Se pregunto viendo como Jooheon se ponía de pie hasta tomar su brazo.

- Vamos, yo invito la cena. Apuesto a que te va encantar el postre - y lo jalo del lugar con dos guardaespaldas a su lado subieron a una lujosa camioneta y desaparecieron del lugar.