2. La cama de seda

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Solo diez minutos han trascurrido para que ambos jóvenes llegarán a la enorme y lujosa mansión en la que vivía Kihyun. Cuando bajaron del auto ninguno se dedicó a compartir palabras o miradas, Changkyun estaba tan absorto en su mundo que no le interesó el Lamborghini que estaba a su lado al pasar el estacionamiento o las largas escaleras de madera que subió hasta llegar a la habitación del chico.

Kihyun tampoco le tomo importancia a su presencia estaba segado por ese calor, esa pasión que el boxeador provocaba en el.

- Vas a invitarme un trago - hablo Changkyun finalmente cuando vio como Kihyun se quitaba los tenis. - ¿O solo voy a follarte? -

Su piel se erizo escuchando precisamente aquella palabra que le prometía una noche cobijada de calor y seducción, con la poca cordura que tenía le repondio.

- Estamos por lo segundo -

- Bien, entonces ven aquí - los brazos del moreno se extendieron y Kihyun se acercó a el sintiendo como aquellos ojos gatunos lo recorrían de pies a cabeza con exitación.

Ambos ahogaron sus propias respiraciones en un beso pacional al mismo tiempo que sus manos recorrían sin descaro alguno el cuerpo ajeno sintiendo esas tan conocidas mariposas extenderse en sus entrepiernas.

Kihyun fue el que rompió el beso y con una dedicación increíble comenzó a repartir besos en el cuello del moreno. Besos lentos y húmedos que provocaban pequeños suspiros desesperados pidiendo por más.

- Quiero desnudarte - confesó Changkyun bajando sus manos por la espalda del contrario hasta llegar a su trasero donde lo acuno con sus palmas, lo masajeó y apretó cuando el otro chico aún dandole atención a su piel, succionaba y después calavaba sus dientes. Era tan evidente que dejaría marca y eso no le molestaba, no esta noche, no con él.

Kihyun se separó de el y de un salto se dejó caer en la cama viendo como Changkyun lo seguía y en el proceso se quitaba su ropa hasta quedar en esos calientes shorts con los que peleó.

Los labios del moreno tomaron la mandíbula del menor y con agilidad comenzó a repartir besos hacia abajo una vez llegó a sus clavículas se separó y con su ayuda quitó la playera que usaba dejando su torso desnudo. Changkyun observó cada pequeña curva de su cuerpo electrificado sus emociones y apagando esa culpalididad de acostarse con un desconocido y se dejó llevar.

Sus labios directo a los pezones del chico, mordidas en ellos y besos húmedos por todo su bello y terso abdomen.

Los suspiros de parte del menor eran ahogados de ves en cuando por su propia mano, calmando su poca paciencia y clavando sus dientes sobre está cuando Changkyun llegó a su pantalón. El moreno se separó y con su mano izquierda sintió la tela y la fimeza de las piernas del chico, acaricio esa zona también y se volvió loco con la imagen del chico con sus piernas blancas y desnudas a su merced.

Exitado con esa idea se levantó por completo y de forma brusca retiro los pantalones y boxers del chico dejando al descubierto un pene erecto enrojecido con las venas marcadas al igual que esa bendita y bien cuidada piel aperlada que lo estaba haciendo desear enterrarse entre ellas.

Kihyun gimió su nombre en un susurro cuando los labios humedecidos besaron su vientre.

Changkyun dejo un rastro de besos desde el vientre del chico hasta llegar al muslo derecho interno del joven quien se retorció al sentir como la lujuria de Changkyun era desatada en violentas y dolorosas mordidas en el.

La perversión en ambos cuerpos ganó y sin esperar a que Changkyun tocará más allá que sus muslos dirijo su mano sin pena sobre su pene donde comenzó un vaivén lento de arriba ha abajo acompañando las mordidas que el moreno dejaba presionando la punta de su pene con fuerza y dejando salir un gemido de sus labios, esa era una noche espectacular.

- Ah Changkyun, vamos azalo de nuevo. Quiero correrme - su mano se movía más rápido sobre el sintiendo los espasmos ligeros y el temblor en sus piernas anunciando su pronta liberación.

Changkyun endulzando sus oídos con esos gemidos suplicantes se hagacho una vez más y paso su lengua por las marcas que había dejado en él y finalmente con un poco de coquetería dejo un beso sonoro escuchando el suspiro que indicaba que Kihyun se había corrido.

- Eso, eso fue... - decía a medias, tratando de controlar su respiración

- Fantástico, lo sé. - completo Changkyun de pie a la cama viendo como el chico detenía su mirada en la forma en que se deshaciá de los shorts que llevaba dejando libre un erecto miembro que chorreaba líquido pre seminal y un par de bolas duras cargadas de semen alegres con la idea de correrse en un ese hermoso chico.

- ¿Tienes condones y lubricante? -

- Si, en el cajón de a lado - dijo apuntando a su lado derecho que daba frente al mismo lado de la cama.

Changkyun camino y quedó de espaldas al chico, Kihyun alzo sus cejas y achicó sus ojos viendo como en esa espalda ancha y recta de los hombros se observaba bajo la luz de la luna lo que parecía ser la cicatriz de una gran quemadura. Mentiría si la  curiosidad no lo visito pero no tenía derecho a preguntarle, después de todo el estaba ahí para hacerlo sentir bien, para recordarle que de una forma tan carnal el podía ser amado también.

El moreno salto a la cama con un condón ya puesto y un bote de lubricante en su mano dejo un casto beso en los labios del chico y con agilidad subió ambas piernas del otro sobre sus hombros para tener mejor acceso al ano del joven y prepararlo. Con la ayuda de ambos los dedos de Changkyun fueron cubiertos de ese espeso líquido y tanteando con su propia mano acaricio la entrada del joven, con rudesa metió dos dedos generando que un gemido de placer y molestia mezclados saliera de aquellos rosados labios.

Los dedos del moreno se movían en tijera dentro de ese estrecho agujero, con una capa de sudor cubriendo sus cuerpos Changkyun metió otro dedo y esta vez ambos gimieron.

- Kihyun - Changkyun -

Estando preparado Changkyun deslizó sus hombros sobre las piernas que los adornaban para así prenetarlo lentamente.

- Te sientes tan bien - jadeo estando por completo dentro.

El calor que desprendían inundaba la habitación, las violentas y erraticas penetraciones provocaban la más deliciosa sinfonía que hacía danzar sus propias pasiones, disfrutando como Changkyun se movía en él sintiendo aquellas gotas de sudor decorar sus piernas, la fuerza y recistencia del moreno, su mano volviendo a hacer ese familiar toqueteo en su pene y sus gemidos tan altos transformaron ese momento en algo mágico, algo tan íntimo.

- Mierda - dijo Changkyun sintiendo sus bolas encojerce llenando el preservativo de aquel líquido blanco que marcaba el fin de ese placentero y espontáneo éxtasis.

Kihyun también se corrió bañando su abdomen de semen una vez más.

Cuando Changkyun regulo su respiración salió del cuerpo del menor y con instintos llegó al baño de esa gran habitación donde se quitó el condón, lo anudo y lo boto al cesto, cuando salió no le dirijo una mirada o palabra a Kihyun, como si nada hubiera pasado Changkyun se colocó su ropa y se marchó dejandolo enfurecido por ni siquiera haberle dado una mirada de reojo.

Se sentía usado pero algo de eso le gusto, no tuvo que pronunciar palabra para sacar a su acompañante o decile que no se volverían a ver.

A los ojos de ese joven que lo había tenido todo, Changkyun había sido su mejor amante, le dio la mejor noche de su vida en esa cama cubierta de sábanas de seda.


El peor boxeador  (Changki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora