7. Tonta bestia

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La semana paso y con ello la cercanía en ellos comenzó. Las caricias descaradas, las noches entre sábanas y los jadeos hacían una perfecta combinación para aquellos salvajes encuentros sexuales.

Las platicas largas antes de comenzar a entrenar se volvieron una necesidad, el aroma de ese joven adinerado servía como calmante para ese corazón tan pobre que había vivido tanto.

Así se encontraron los dos en una tormentosa e inimaginable casualidad aquella noche de diciembre que cambió y destruyó vidas. 

En lo más céntrico y peligroso de la ciudad donde el frío azotaba rostros y coloreaba mejillas, Kihyun descubrió una faceta de Changkyun que no estaba seguro que le gustaba. Es más era un hecho que no le gustaba, era repudiable esa faceta, era una monstruosidad, una abominación la forma tan natural y sádica con la que mataba.

Con pasos temblorosos y las náuseas golpeando sus paredes bucales logro escapar de ese lugar. Como pudo corrió hasta su vehículo subió a este y arranco a toda velocidad huyendo de un desconocido no de Changkyun, se repitió. 

Llegó a su casa, se despojo de toda su ropa y se metió a la ducha.

En su cabeza la imagen de Changkyun sosteniendo la mano de ese viejo hombre atado a la silla y arrancarle un dedo con un par de pinzas grandes brillaba como una estrella. El grito acompañado de la sangre que salpicó el rostro del moreno no fueron lo único que lo dejaron traumado.

Tampoco fue el cadáver de una mujer tirado en la esquina del almacén donde un nuevo tipo de pelea se llevaba a cabo.

Lo que le había impactado era la facilidad y la normalidad con la que se desemvolvia Changkyun. 

Antes de que viviera aquello cuando la luz de la luna comenzaba hacer acto de presencia en el gym, Shownu le dijo que más le valía no seguir a Changkyun pero como un estúpido preocupado por haberlo visto marcharse del gym tan asustado se montó en su lujoso auto hasta llegar a ese almacén donde presencio al vivo como mataba a una mujer y como poco a poco hacia pedazos a ese hombre.

Había visto a un monstruo disfrutar el pecado más castigado por los humanos. 

Maldita sea. Pensó Kihyun.

Y sin poder contenerse más salió de la ducha y se puso sobre sus rodillas frente a la tasa y dejo que las arcadas vaciaran su estómago.

Se sentía tan sucio, asqueado, asustado, aterrado. Deseaba no haber visto aquello con todo su espíritu.

Logrando controlar su respiración bajo la palanca de la tasa salió del baño aún con su cuerpo y cabello mojado y se dejó caer en las sábanas de su cama, no tenía intenciones de dormir pero buscaba la forma de sentirse protegido y quién más le daría esa protección que necesitaba si no las sábanas de seda que conservaban turtuosamemte el aroma del hombre que vio convertirse en una bestia.

Era masoquista que su mente dejara de atormentarlo con él aroma a menta y cigarillos rodeando su frágil cuerpo. 

Del otro lado de la ciudad, Changkyun mojaba su cabeza en esa costoza regadera. La mansión fría y oscura de su jefe le daba acogida cuando tenía ese tipo de misiones.

Los moretones en su rostro y sus nudillos rojos dirían a la vista que perdió una pelea. Pero no, cuando termino de sacarle la información a esa pareja muerta salió del almacén y camino hasta la camioneta de dónde había bajado a los chicos, se puso de cuclillas buscando ese collar que tenía el diamante que había sido el causante de que ese día tuviera que derramar sangre.

- Eres un inútil - escucho la voz de su jefe cuando salió de la habitación donde se quedaba.

- PEDAZO DE MIERDA - grito Jooheon lanzando a su rostro un vaso lleno de alcohol. - EL PUTO COLLAR ERA LO QUE ME INTERESABA - volvió a alzar la voz caminando hasta tomarlo de los hombros y sacudirlos.

- Eres un hijo de puta, Changkyun. Y un inútil bueno para nada, pedazo de mierda. -

Solto el agarre y se quitó el cinturón de cuero que rodeaba su cintura.

Changkyun conociendo la rutina cerro sus ojos y al momento que alzo Jooheon el cinto de inmediato llevo sus brazos a la altura de su rostro.

No estaba de humor para que jodiera su jefe, si era un inútil, estúpido y todo lo que le gritaba ahora mismo pero no había sido su judida culpa, él era el que había dejado caer la bolsa, él fue el culpable que ese collar estuviera perdido.

- LARGATEEEE!!!- Jooheon dejo de golpearlo cuando los antebrazos del joven se pusieron tan rojos que una que otra marca dejaba al vivo pequeñas gotas de sangre, como si se hubiera raspado.

Changkyun salió con furia y camino como si nada hasta subirse a la moto.

Se pregunto mientras conducía en la ciudad.

¿Qué hubiera sido de Kihyun si su jefe se entera que el estuvo ahí?

Aceleró por toda la ciudad hasta llegar a la casa ostentosa y vacía en la que vivía el más joven.

- Oh Kihyun estás ahora tan jodido como yo. - pronunció a la nada recordando como el cuerpo blanquecino y tembloroso del joven salía del lugar temblando y tropiezandose con todo.

El peor boxeador  (Changki)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora