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Como a la mayoría de los estudiantes les encantaba, era la víspera del sábado, pero aún faltaban cuatro clases para salir y entre ellas había un descanso de veinte minutos en el que siempre pasaba algo.

El profesor y los alumnos ya estaban en clase cuando el coordinador apareció en la puerta con un nuevo alumno, con el uniforme azul del colegio y unos mechones teñidos de un rubio que lo hacían casi angelical.

- Es guapo - le susurró Yuta a Taeyong al oído y su reacción fue poner los ojos en blanco.

Mientras el profesor y el coordinador hablaban, Taeyong se esforzaba por no darse la vuelta y golpear a Yuta, porque repetía lo mismo una y otra vez, llegando a ser molesto.

- Bueno, todos, este es vuestro nuevo compañero de clase, Dong Sicheng - presentó el pedagogo.

- ¡Yuta, cállate! - Taeyong replicó en un susurro, la novena o décima vez que le oía decir la palabra "lindo". - Lo digo en serio, si el profesor nos regaña, yo...

- Sicheng, siéntate junto a Jaehyun por ahora... - instruyó el profesor, fijando las gafas redondas en su rostro y señalando uno de los cinco asientos vacíos del aula.

Después de que se mencionara el nombre de Jaehyun, Taeyong miró automáticamente al sonriente estudiante del otro lado, encontrando sorprendente la aptitud que tenía para ser falso.

- Lee Taeyong. - Al ser llamado, se volvió hacia el profesor con tanta rapidez que incluso podría haberse roto el cuello. - Después de la clase, ¿puedes darle el horario?

- ¡Por supuesto, señor! - Taeyong contestó con la misma amabilidad que el profesor, pero en cuanto los ojos del anciano se apartaron de los suyos, su expresión se tornó aburrida.

Sabía que el profesor se lo pedía porque era el representante de la clase, pero para hablar con Sicheng tendría que ir a su pupitre junto a Jung Jaehyun, uno de los alumnos más insufribles de la escuela. Y era precisamente esta última la que se enfrentaba a Taeyong en ese momento, con una sonrisa tan provocativa que Kim sintió que le hervía la sangre mientras se contenía para no levantarse y arrancársela de la cara a Jung. A la fuerza.

Taeyong se preguntaba el por qué en ese momento. ¿Por qué Jaehyun seguía llevando esa sonrisa y esos...?

- Tráelo a nuestro grupo, Tae", pidió Yuta, susurrando de nuevo detrás de Lee y perturbando sus pensamientos. - No quieres que otro te moleste con Jung, ¿verdad?

- Lo pensaré. - Taeyong no era tan simpático como parecía y le gustaba su pequeño círculo de amigos íntimos, pero la última parte que dijo Nakamoto le llamó la atención y le hizo meditar la idea de llamar a Sicheng para que fuera su "amigo".

Yuta esbozó una sonrisa tan grande y hermosa que Taeyong casi sonrió con ella, aunque normalmente era bastante gruñón. El japonés era así, tan encantador y feliz que contagiaba a los demás a su alrededor. Incluso Taeyong no era inmune.

- Sólo quieres acercarte a él, ¿no? ¿Y tu enamoramiento de Seo?

- Siempre dices que es un idiota. - Yuta se encogió de hombros.

- No lo hago, ¿verdad?

- 'Sí, pero es más o menos lo mismo, sólo que usas muchas más palabras sucias. - Yuta apoyó la espalda en la silla y estiró las piernas, jugando con su lápiz al mismo tiempo que Kim se ponía a un lado, mirándole y riendo.

- Tienes razón, pero nadie lo sabe. ¡Siéntate derecho, Yuta, por el amor! - Taeyong empujó las piernas de su amigo, que sólo lo hizo para molestarlo aún más. - 'Bien, sólo dime una vez... ¿realmente crees que tienes una oportunidad con él? - Yoaeyong señaló con el pulgar la dirección del nuevo chico.

Buenos Chicos [JaeYong]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora