V. ¡Quiero!

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Podría decir que todo esto es falso pero no quiero imaginar el por qué.

Y sí me he topado con mi demonio paralelo, y sí caminar descalsa significa dejar mi alma al descubierto.

Un "tal vez" me vendría muy bien.

Estar desnuda se siente fresco, pero, ¿por qué parece una cárcel querer desear, ser el recorrido de sus ojos, su tacto, sus labios?

No quiero cambiar mi yo, quiero entender quien se ha apoderado de esta chica cuyos labios tienen sed, las manos tiemblan, el cuerpo duerme, los pasos han cambiado, ahora deja huellas en el aire.

Quiero salir de esta encrucijada, quiero ser la respuesta al enigma, ¿dónde está la puerta?.

(Suena mi móvil)

Veo la pantalla, es Kate.

Kate es mi mejor amiga. Es muy linda, tiene pestañas largas y sus ojos son negros, inspiran confianza y seguridad. Su pelo es negro y risado en las puntas. Mi hermana del alma es  más alta que yo, aunque cualquiera lo es, tiene una figura esbelta, también está bien dotada. Demás está decir lo hermosa y sexy que es.

Levanto la llamada y respondo:

Hola hola como está una de las chicas más importantes de mi vida. — Comento alabándola.

Muy bien cariño mío — Su voz es dulce — ¿qué tal te va, cuando nos vemos?

Pues ya sabes, la universidad supone un gran paso y reto — Kate estudia medicina, siento que será una gran Dra — tú dime cuándo y dónde y ahí estaré. — Respondo con entusiasmo.

Que bien, hablaré con Rose, quedamos hoy a las 8:00 pm en mi casa entonces. Un beso. — Menciona, colgando la llamada.

Qué rápido ha sido esto. Debe extrañarnos. La verdad me ha encantado la idea, hace mucho que no paso tiempo con mis amigas.

Rose, es mi otra mejor amiga. Estudia gerencia de empresas Es un poco más alta que Kate así que os pidéis imaginar soy un pitufa. Sus ojos tienen un color claro muy lindo como la miel, su pelo es castaño claro, parece rubio pero no le gusta que le digan eso, aún así siempre la molesto.

Kate es como una Psicóloga, la mejor diría yo, siempre tiene tiempo para escucharme y explicarme las tantas cosas que no entiendo; Rose en cambio me dice la verdad aún cuando no quiero verla, gracias a sus palabras me levanté de mi última ruptura. Sólo las tengo a ellas dos, son esas personas que el destino tiene preparadas para que te acompañen como un miembro más de tu familia. Las considero como mis hermanas, siempre siempre estaré para ellas como lo han estado para mí.

Son las 6:00 pm estoy sola en la habitación, espero a que llegue Sophya para decirle que no estaré esta noche.
Salió desde muy temprano, Rafael le tenía preparada una sorpresa, no puedo imaginar que fuese pero cuando lo ví estaba muy nervioso, es un buen chico.

Hello!! ¿Dónde está mi querida Pat? — llega gritando la Sta de cabellos rojos.

Se le ve por encima de la piel lo feliz que está.

Llegó la reina de la felicidad — Comento sonriendo.

Ella solo me devuelve la sonrisa, guiñandome un ojo. — ¿Qué tal, cómo fue el día sin mí, querida Pat? — Para serte sincera, aburrido — le respondo pansando mi mano por el pelo.

Por cierto ahora te tocará sentir mi ausencia esta noche. Saldré con mis BFF — Comento

Aw que triste, bueno al menos tengo a Rafael — Menciona con cara de pícara.

Ayudame a elegir que ponerme — le digo haciendo puchero jajaja.

Claro mi Pat — Pellisca mis cachetes.

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