Atrévete

XI. Estoy bien.

...El descenfreno e impulso sofocante de sus besos me lleva a querer más, más... — ¿¡Patriciaaa, Patriciaaa, joder que sucede!?

Ya no voy a clases, de echo hace un tiempo dejé la carrera, sólo sigo en la residencia porque mi padre habló con unos contactos para que me dejasen quedarme, no le he contado a nadie, salvo mis Bff, quiero pasar un pedacito de mi vida con personitas como estas que me rodean; aunque tampoco puedo negar que esos íntrigantes ojos verdes me tienen un tanto confusa y quiero saber la respuesta a ello.

Hoy saldré en la tarde con mis chicas, iremos a ver una peli antigua y luego a tomar helado.

Me estoy alistando, llevo unos pantalones holgados rasgados en las rodillas y la parte tracera debajo de los bolcillos, una camisa blanca que me queda sobre lo ancha, abotonada hasta el pecho donde muestro un poco de mi busto, una parte de alante por dentro del pantalón; con unas botas negras de piel altas a juego con una chaqueta negra también, un pequeño bolsito negro y blanco donde sólo cabe mi paciencia jajaja.

Un makeup lo suficientemente sencillo pero sexy, y el cabello hondeado sulto en todo su esplendor.

Cuando una chica se arregla, no piensa nada más en con quien o a dónde va, sino también en quién más pueda verla.

Está a punto de comenzar la peli, no hay tantas personas, parecen que no son amantes de este tipo de filme.
"40 day and 40 nigth". Trata sobre un chico que está destrozado cuando lo deja con su pareja y decide pasar su propia cuaresma sin sexo; a lo que su amigo hace una apuesta sobre si logrará pasar tanto tiempo sin sexo; pero conoce a una chica y se enamora de ella, pero no puede acostarse con ella o perderá la apuesta.

Es una pasada, reimos tanto que mi estómago dolía.

— ¿Bien Patricia que vas a querer? — pregunta mi dulce Rose, ella y sus ojos color miel me buscan una respuesta en mis gestos.

— Emm creo que una copa de chocolate y un pedazo de tarta también de chocolate — les sonrío achinando mis ojos.

A mitad de nuestra degustación, Kate incorpora una oración — Patricia Lyng ya decidiste... — ya sé de que trata y la interrumpo — Ahora Kate
Sus ojos café están vidriosos, disimula jugando con su cabello risado.

Tomo su mano y le ofrezco una cucharada de mi tarta.

Mi móvil suena, es mi hermana — dime sis....

Por un momento me mareo y comienzo a ver borroso, Rose y Kate gritan al mismo tiempo mi nombre y yo trato de recomponerme pero no lo logro.

Al otro lado de la línea Alexandra grita aún más fuerte — Hermana hermana fuck que pasa, respondeee.

Tomo una bocanada de aire y me siento un poco mejor. Les hago una señal a mis amigas para que no digan nada.

— No pasa nada mi niña, sólo una punzada por el frío helado; dime para que llamaste — ¿estás segura? Bueno, este si me puedes... — sí abre el closed y toma lo que quieras, venga un beso, chao — te quiero hermana.
Escuchar eso hizo que mis ojos se humedecieran.
Voy a responderle pero ya ha colgado, en mi subconciente le digo cuanto más la quiero yo.

Dos par de ojos me acusan e inerrogan.

— No digáis nada. — callo lo que fuera que fuesen a decir estas dos.

Nos despedimos, a ambas las beso y abrazo, al darles la espalda a unos cuantos metros de distancia envío un mensaje a nuestro grupo. — Las llamaré si sucede algo, están en mis # de emergencia.