Atrévete

IX. ¿Qué haces aquí?

Sophya

Ha pasado un mes y no se nada de Patricia, llamo a su móvil pero me manda a buzón, me preocupa toda esta incertidumbre.

Recién han pasado 2 días de febrero, han orientado un nuevo trabajo de psicología social, es en dúo lo cual me pone triste, mi pareja no ha mostrado señales de vida.... Hoy intentaré nuevamente, puedo parecer insistente pero realmente me pone nerviosa no saber nada.

Estoy con Rafael y mi hermano; no quiero parecer entrometida pero en mi subconciente también me preocupa mi hermano, desde diciembre anda con una chica distinta cada semana, los días los pasa ebrio y no presta mucha atención a nuestro padre, lo cual es muy raro pues él lo idolatra. Creo que tal vez le atrae un poco mi compañera, aún así, su relación no es la mejor, o tal vez eso quiere que veamos en su alrededor. Tal parece esto de la psicología se me está dando bien, puesto me atrevo a pensar que mi querido hermano siente algo por Patricia, cuya persona ha estado muy desaparecida.

1:05 am
Es tarde pero no puedo dormir, Rafael duerme profundamente a mi lado. Me levanto despacio para no despertarle, me siento en el gran mueble del centro y tomo mi celular, estoy en el chat de Patricia cuando algo muy peculiar pasa, después de tantos días, está en LÍNEA.

— Hola mi querida Pat! —

...
Pasados unos 30 minutos me responde.

— Hola Sophy. Ya sé, estás preocupada y ansiosa de saber que ha pasado. Pronto te contaré, por ahora sólo confía en mí, sé que debes de extrañarme jajjaja. Quiero ser atrevida y preguntar por tu hermano, más, no me respondas no quiero saber de ese pesado. Por ahora me tengo que ir. Espero estés bien, un beso gigante para ti.

Y así, sin más, desapareció como si todo hubiese sido una ilusión.

...

Ha pasado una semana ya, juego con los pétalos de una flor, es la forma más estúpida de tomar una decisión pero que le voy hacer.
Ha caído el último y es un NO, esto me hace creer aún más que no es la decisión correcta.

Tomo una vocanada de aire. — Vale Sophya tú puedes — a quien quieres engañar, tienes miedo de lo que pueda suceder, como le dices a tu hermano algo que mantiene bajo secreto.
— ¡ arriésgate !

Me dirijo al piso de mi hermano, que por cierto también es el de Rafa.

Dudo al tocar la puerta. Me abre una chica, trae una franela grande supongo de mi hermano, su cabello es negro y lo lleva alborotado.

No soy de entrometerme en la vida de los demás pero este es mi hermano y me duele que ya no sea el Álex de antes. Ok ahí voy.

Abro completamente la puerta y paso al interior de la habitación, está echa un lío, y... huele mal.

— Ok tía es hora de que te vayas, tomo su ropa que está tirada en el suelo y se la lanzo.

Álex está tumbado sobre la cama, no hay reacción alguna, lo cuál es molesto.

La chica se va y tomo asiento junto a él.

— Hermano, no quiero ser entrometida pero se siente fría tu mirada, no me interpondré en tus relaciones amorosas pero sé que te pasa algo. — Tranquila pequeña, estoy bien, sigo velando por ti. — lágrimas caen por sus mejillas, duele, duele verle así.

Limpio su rostro y beso su frente.

— Venga es hora de que tomes un baño. — lo ayudo a levantarse y lo dejo en el baño. Sé que es mi hermano y si necesitara que lo bañe lo haría pero respeto su intimidad, aún así también es hombre y me avergüenza verle desnudo.