۫ ˑ ᳝ ࣪🍓ღ🍋❟┆ Una semana dedicada a este par de gays que ocupan un lugar enorme en mi corazón; el fan de Crimson Riot y amante de los crocs, y el pomerania gritón que se duerme a las 8 pm.
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➩ Portada hecha por mí. Crédi...
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Fastidiosa. Esa es la palabra con la cual describiría a esa situación.
"No puedo pasar ni una jodida semana de clases sin que algo o alguien moleste" Pensaba la rubia, con un humor de perros.
Pero, ¿Qué es lo que estaba irritando a Katsuki esta vez?
Pues, básicamente, una acosadora. O al menos así la había denominado la ceniza.
Era su primera semana de clases en preparatoria, el inicio del ciclo escolar; y, más o menos desde el segundo día de clases, es cuando empezó a sentir una mirada ajena encima suya ocasionalmente.
Y fue aproximadamente en la séptima vez que sentía aquello en la semana, que, después de inspeccionar disimuladamente en todas las direcciones de aquel pasillo concurrido, pudo ubicar a la responsable de aquella incómoda sensación: una pelirroja de dentadura extraña, cabellera desordenada y lacia que le llegaba un poco más abajo de los hombros, con una pequeña cicatriz en su párpado izquierdo.
No recordaba bien cuál era su nombre, pese a que estaban en el mismo grupo. Simplemente la ubicaba como "la maldita acosadora".
En fin, esa primera vez en la que logró atraparla en el acto, la pelirroja pareció alarmarse y al instante desvió la mirada, muy apresurada y algo obvia también. Bakugo esperó que, con esa ocasión, la chica detuviera sus estupideces de una maldita vez por todas.
Pero, para desgracia de la rubia, esto no fue así en lo absoluto.
Transcurrieron unos tres día de clases en los que aquella molesta sensación se había esfumado. No tuvo que aguantar ninguna otra cosa además de la idiotez usual de varios de su compañeros de grupo, como la de aquella rubia oxigenada con una mecha negra, que de hecho parecía llevarse muy bien con la pelirroja acosadora.
Su mediana calma durante aquellos únicos tres días se fue por completo a la mierda cuando, durante la clase de matemáticas de un jueves, sintió nuevamente esa jodida mirada. Y en esa misma vez, no lo dudó ni dos segundos para girar su cuerpo (aún sentada en su pupitre, por supuesto) en dirección a donde se ubicaba el pupitre de esa pelirroja, comprobando que nuevamente había sido ella la causante de ese fastidioso sentir; y de paso asustando un poco a la pecosa peliverde que se sentaba detrás suyo, debido a lo brusco y repentino de su movimiento.
Y en eso, pareció como si la pelirroja acabase de ver un fantasma de lo aterrada que lució en ese momento. La chica tomó rápidamente la libreta que tenía encima de su pupitre y se refugió detrás de esta, haciendo imposible para Katsuki el poder seguir viéndola a la cara.
"Es todo" Pensó la ceniza, verdaderamente enfadada. "¡La pondré en su jodido lugar en el receso!" Y así, volteó devuelta al frente del aula, tratando de concentrarse en la clase.
