۫ ˑ ᳝ ࣪🍓ღ🍋❟┆ Una semana dedicada a este par de gays que ocupan un lugar enorme en mi corazón; el fan de Crimson Riot y amante de los crocs, y el pomerania gritón que se duerme a las 8 pm.
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➩ Portada hecha por mí. Crédi...
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Llevaban cinco días enteros de viaje, tanto a pie como a la altura de las nubes más cercanas a la superficie, en el cual sus únicos descansos consistían en lapsos de 5 a 7 horas de sueño durante el tiempo en el que el sol se retiraba para tomar una siesta y cambiaba de lugar con la luna. Aparte de eso, se detenían solo dos veces al día para alimentarse. Y, según lo habían calculado anteriormente, aún les quedaban otros cuatro días de trayecto.
Por ello es que decidieron poner una pausa de mayor duración cuando, de camino a su verdadero destino, se encontraron con una pequeña ciudad. Acordaron que se quedarían dos noches y dos días en aquel lugar (contando la noche del día en el que llegaron).
Por lo que, allí estaban ahora mismo, pelirrojo y rubio recorriendo las calles de ese territorio urbano, desconocido para el híbrido pero no para el humano de cabellera ceniza, quien ya había estado allí varios años atrás. Sin embargo, no recordaba del todo cómo era ese gran lugar, además de que varias cosas habían cambiado desde la última vez que estuvo allí, según como lo ilustraba su memoria.
-¿Y si exploramos un poco antes de buscar hospedaje?- Preguntó el chico de cabellera roja, el cual se veía realmente entusiasmado; siempre le había emocionado el conocer lugares o cosas que eran nuevas para él.
Bakugo bufó levemente -Ve tú solo, yo ya estuve aquí antes.
-¿Ah, sí? ¿Hace cuánto?- Arqueó una ceja mientras le cuestionaba. Al ver cómo el cenizo desviaba la mirada, pudo deducir que ya había pasado un buen tiempo desde que había visitado aquel lugar y que no quería admitirlo. -¡Anda, viejo! Puede que algunas cosas hayan cambiado desde entonces. Además, es más divertido cuando se está acompañado. ¡Por favor!
Kirishima se atrevió a utilizar sus ojos de cachorrito en su amigo. Aunque no siempre, la mayoría de las veces sí que servían.
El rubio chasqueó la lengua -Si solo así dejarás de joder..
Entonces el de dientes filosos esbozó una amplia sonrisa y dejó escapar una pequeña risa de alegría.
-¿Bakugo-kun?- Repentinamente, una tercera voz destacó a lo lejos.
El aludido se congeló al reconocer la voz que le había nombrado, a diferencia de Eijiro, para quien era la primera vez oyéndola.
-¡Hey, Bakugo!- Otra voz hizo presencia.
-¿Hm? Oye, Blasty, creo que los chicos de allá te están llamando.
-No. No me hablan a mí, debe ser otro Bakugo- El cenizo no tenía muchas ganas de encontrarse con viejos conocidos en ese momento.
El pelirrojo pareció mirar por unos instantes hacia algún lado que se encontraba a espaldas de Katsuki. -A mí me parece que están mirando hacia acá.
