Miré a todos lados y no había nadie en la habitación, solo estaba yo. Aparté la mesita del portátil a un lado por si era necesario salir en algún momento por urgencia. Reconocí esa voz, sabía quién era.
(Ayla) - ¿CÓMO HAS CONSEGUIDO ENTRAR EN MI CASA? ¿QUÉ QUIERES DE MI? ¿DÓNDE ESTÁS? *dije nerviosa y con miedo*
(...) - ¿Quieres verme de nuevo?
Justo después de terminar esa frase apareció apoyado en la pared que tenía justo enfrente de mi cama. Ahí estaba él, con los brazos cruzados mientras seguía observándome.
Estaba sorprendida, apareció de la nada, definitivamente necesitaba ir al psiquiatra, no era normal.
(...) - Ahora puedes verme. ¿Estás más tranquila? *dijo con esa sonrisa llena de picardia*
(Ayla) - ¿Estar más tranquila? No se ni quien eres... Apareces y desapareces de la nada... *dije asustada*
(...) - ¿Nos presentamos?
Asentí con la cabeza esperando a que se presentará primero aunque no fue así. Se acercó poco a poco a mi cama. Su mirar era tan intenso, viéndome todo el tiempo sin apartar ni desviar sus ojos de mí. Me sentía un poco abrumada pero, tenía un algo que hacía que tampoco pudiera apartar mi mirada de él.
Se subió encima de esta sentándose y dejando sus piernas fuera, yo simplemente me eché hacia atrás, estaba en shock, no sabía como reaccionar.
(...) - ¿Sin reacción? ¿Puedo tomarme eso como una invitación?
Yo seguía totalmente perdida en su mirada, en su belleza, en todo él. No me dió tiempo a responder, estaba completamente embobada. Se acercó más y más a mí para poder agarrar mi muñeca y dar un leve tirón hacia él.
(...) - ¿No querías presentaciones? Presentémonos de una forma más divertida *dijo de una forma provocativa*
(Ayla) - E.. ESPERA... ¿Por qué estamos tan cerca?
(...) - Me voy a presentar
Agarró mi mentón y acercó sus labios a los míos sin llegar a tocarlos.
(...) - Me llaman de muchas formas, soy conocido de muchas otras *dijo delicadamente* ¿Quieres saberlo? ¿Estarás preparada?
No lo aparté, estaba tan atraída por él en ese momento.
(...) - Entre ángeles y ángeles, yo soy uno caído, uno lleno de lujuria, uno al cual has atraído. Soy el lucero del alba, soy aquel que rompió la paz de la oscuridad, él que eliminó la ignorancia. ¿Te suena ya de algo?
Cuando estuve en la Eso, tenía una asignatura que se llama cultura clásica. En esas clases aprendí mucho sobre dioses griegos, romanos e incluso sobre ángeles. No fue necesario pensar mucho la respuesta, ya me la sabía, era imposible que esto pudiera ser real, tenía a Lucifer delante mío.
(Lucifer) - Qué rápida eres. *Dijo sonriendo* Supongo que después de esta presentación ya puedo empezar.
En ese momento sus labios rozaron los míos, estaba tan en shock que no lo detuve. Su mano izquierda se colocó encima de mi cuello para después subirla delicadamente a mi mejilla y acariciarla.
(Lucifer) - Sino reaccionas o haces algo definitivamente voy a devorarte *dijo de manera provocativa y tranquila*
Ignoré totalmente sus advertencias, estaba centrada en conseguir analizar la situación, su mano se dirigió a mi nuca, la agarró con algo de fuerza e hizo un leve tirón para terminar de juntar nuestros labios. Llevé mis manos a sus hombros y sin resistirme se lo seguí. Comencé a sentirme algo inquieta, ya estaba comenzando a apretar mis muslos y para qué mentir, sus labios se sentían tan bien, tan suaves, tan esponjosos, tan ricos, pero si seguía de esta forma acabaría dejándome llevar y no quería. Le di un leve empujón para después limpiarme la boca con la manga de mi camiseta.
(Ayla) - ¿¡Qué haces?! *dije nerviosa* No nos conocemos de nada... *dije suspirando y apartándome de él*
(Lucifer) - Pero ya nos hemos presentado. ¿Acaso nos hace falta algo más? Te dije que estoy interesado en ti, esto iba a pasar tarde o temprano. No compliques demasiado las cosas, no tengo demasiada paciencia. Simplemente déjate llevar, te haré sentir bien... *suspiro*
(Ayla) - Las cosas no van así, la vida no funciona como a ti te dé la gana *dije enfada*
Me levanté de la cama en ese momento para poder apartarme de él pero no me lo permitió, de hecho, agarró mi mano derecha en cuestión de segundos y tiró una vez más hacia el, pero esta vez tumbándome, agarrándome de ambas muñecas por encima de mi cabeza y colocándose encima mío.
(Lucifer) - ¿Por qué te complicas tanto? *dice intentando estar calmado*
(Ayla) - SUÉLTAME!!! DÉJAME IR!! Me estás asustando... Por favor... *digo intentando no llorar*
(Lucifer) - Si lloras solo con esto, en un futuro no se que pasará.
(Ayla) - No hay futuro... Solo déjame ir... PER.. PERVERTIDO!!
(Lucifer) - ¿Me llamas a mi pervertido y eras tú quien estaba leyendo y buscando lo que era el bondage sadomasoquismo?*soltando una leve risa* - Tienes unos gustos bastante interesantes y yo puedo complacerlos todos, además, ¿no te estabas excitando antes? ¿No apretabas tus muslos por nada, no? Y eso que fue solo un simple beso, que increíble... Tan lasciva y sensible... *dijo mientras me miraba lleno de lujuria*
Le desvié la mirada y se la evité completamente, no quería seguir esta discusión pero tampoco iba a dejarle salirse con la suya.
(Ayla) - Hagamos una cosa...simplemente escucha mi petición... *dije nerviosa* Dejemos esto por aquí hoy y te dejaré tomarme en un futuro... lo prometo...¿Es eso lo que quieres, no?
(Lucifer) *Sonrió pícaramente* - No es una mala oferta, creo que podría aceptar esa petición si me besas. *Dijo intentando provocarme*
No podía agarrarlo de ninguna forma, me tenía tomada de ambas manos, ¿era eso a lo qué llamaban bondage? ¿sumisión? Lo miré en ese momento e intenté alcanzarlo levantando un poco mi cabeza, estábamos a pocos centímetros, no sería tan difícil pero ahora era él quien se resistía.
(Lucifer) - Deberás hacerlo mejor, échale más ganas y te dejo ir.
(Ayla) - Por favor Lord Lucifer, suéltame... *le suplique ya intentando provocarlo*
Sentí cómo apoyaba su frente encima de mi clavícula izquierda, la camiseta que llevaba era algo grande por esa razón tenía medio hombro fuera, su respiración se notaba tan cerca, tan agitada, tan caliente.
(Lucifer) - Ayla... no deberías jugar tanto con fuego. Por esta vez te dejaré ir, pero ten en cuenta esto... A la próxima no te dejaré ir tan fácilmente.
Me soltó en ese mismo instante, se sentó a mi lado y suspiró intentando controlarse.
(Lucifer) - Ayla, lo has prometido.
(Ayla) - Soy consciente de lo que te prometí, pero eso no quita que esté asustada. Me has agitado, me has puesto nerviosa y ahora estamos hablando como si nada hubiera pasado... Esto debe ser producto de mi imaginación..
(Lucifer) - Sigues con la misma tontería, deberías ser más consciente de lo sensible que eres a las energías y sobre los dones que tienes.
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Intensifícate y Hazlo
RomanceContenido erótico. Esta historia entorna y habla de Ayla, una chica bastante peculiar y llena de deseos por todo lo relacionado con la fantasía y la espiritualidad. Recién terminada de graduarse en Literatura, Ayla empieza a darse cuenta de que no e...