❛Un Cupido Misterioso❜ TAEKͣOͫOͦKͬ

✎ᝰ9

El joven Jungkook se paró frente a su espejo con una determinación inquebrantable, repitiendo en su mente un mantra que le impulsaba a enfrentar el desafío que tenía por delante. "Una batalla se pierde, sí, es cierto, pero la guerra se gana y no hay espacio para errores", pensaba, mientras ajustaba su ropa con meticuloso cuidado. Su reflejo le devolvía una expresión llena de confianza y una sonrisa que revelaba su misteriosa emoción por ir nuevamente al ancianato en el que ayer sufrió una batalla que perdió a causa de no estar preparado pero ahora se notaba en su mirada que estaba reparado para ir al campo de batalla y demostrar todo lo que tiene para ganar la pelea. Aunque el día anterior había sido una derrota, ahora estaba dispuesto a demostrar su valía y conquistar la jornada con determinación.

La voz del señor Jeon lo sacó de su concentración, pero la sorpresa en el rostro del padre era palpable al ver a su hijo en un estado tan decidido.

—Hijo, ¿ya estás li...? —comenzó a decir, solo para quedar momentáneamente sin palabras por la impresionante transformación de Jungkook, el señor Jeon se se llevo una sorpresa bastante grande, esperaba todo menos ver a su hijo de esa forma.

El joven Omega respondió con una sonrisa radiante y una seguridad que no había mostrado el día anterior.

—Ya desperté, me arreglé, desayuné y le di de comer a Copito. Estoy listo para todo —anunció, su voz llena de determinación, antes de bajar las escaleras con un aire de anticipación, esperando a su padre en el auto.

El señor Jeon no podía evitar sentirse sorprendido por la actitud repentinamente entusiasta de su hijo, pero en el fondo sabía que, a pesar de sus aprensiones, Jungkook encontraría una manera de lidiar con cualquier obstáculo que se le presentara.

—Muy bien, campeón. Tú lo dijiste, así que andando —respondió el padre con una mezcla de admiración y curiosidad, antes de subirse al auto y conducir hacia el asilo, ambos subieron al coche y nuevamente a Jungkook se le hice largo el camino al ancianato, estaba inquieto, nervioso, un presentimiento en su sexto sentido le advertía de que esta vez el desafío sería aún más grande, aunque no sabía con certeza qué esperar.

Cuando finalmente llegaron al asilo, Jungkook se encontró con una escena que no esperaba. Había más autos y residentes que en su visita anterior, y la cantidad de ancianos era abrumadora. Su confusión y nerviosismo aumentaron, y una sensación de que no estaba lo suficientemente preparado lo invadió.

—Okey, tal vez no estoy listo para esto —murmuró para sí mismo, su puchero expresando su desaliento, su puchero le hizo entender a su padre que no estaba enterado de su jornada de hoy.

Su padre, sin embargo, parecía sorprendido por su reacción, pensando que Jungkook estaría mejor equipado para enfrentar el día.

—Pensé que estarías más preparado después de esta mañana. Te veías tan seguro —dijo el señor Jeon, su tono revelando cierta falsa decepción.—pensé que sabrías como arreglártelas solo.

No, definitivamente no lo estaba, tenía muchas dudas y la más importante de ellas era saber ¿Por qué había tres veces más ancianos que el día anterior?

Pero Jungkook no podía evitar sentirse abrumado por la situación que se desenvolvía frente a él. Miró alrededor y vio a su amigo YeongHo, quien compartía su sorpresa y confusión.

Salieron del coche para caminar y pararse justo al frente de la entrada del recinto, su amigo que también acababa de llegar al lugar estaba igual de sorprendido que Jungkook.

En la entrada se encontraba un gran anuncio colorido y elegante, lo que los dejo mucho más confundidos.

—¿Qué está pasando aquí? ¿La velada de los octogenarios? —preguntó YeongHo, su voz cargada de incredulidad.