❄ B O S S ❄

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Tenía tres meses trabajando con él, un tiempo suficientemente sabio que le había enseñado muchas cosas

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Tenía tres meses trabajando con él, un tiempo suficientemente sabio que le había enseñado muchas cosas.

Una de ellas, que era un pez gordo, rodeado de muchos capaces de ponerle un precio a su cabeza sin ningún problema o remordimiento. Así era el mundo de los negocios, después de todo, una ley del más fuerte.

Y aquello no era un problema, hasta un día en específico.

Hasta el día que ambos habían decidido romper aquella única cláusula del contrato de vivir juntos. Pero más allá de obedecer el deseo carnal, había un detalle.

Ambos latidos ahora se encontraban sincronizados.

Y por supuesto, alguien más, además de Hiroshi ya lo sabía, porque parecía un excelente sabueso, tanto para los negocios, como para las venganzas.

Lewin Light.

A decir verdad, ni ____, ni Yukio esperaban que alguien les diera caza, no por el lado del amor. Pero algo característico de su enemigo, era eso, golpear dónde nadie lo esperaba.

—Entonces, ¿tenemos un trato, Egin? —sonrió Light, dejando la pluma fina sobre la mesa de centro que adornaba la oficina del ojiazul. Yukio le observaba con una mirada estoica, no estaba dispuesto a ceder a sus peticiones, menos sí aquellas respondían solo al interés de Light, poniéndolo en aprietos.

—No puedo cerrar tratos sin consultar la mesa directiva, mejor tú que nadie para saberlo —habló firme, sosteniendo aquella mirada, divertida sin duda.

—Bien, te doy dos días —murmuró Lewin—, no más, no menos. Atravesaré esa puerta con esa belleza detrás en dos días —-sonrió, señalando a ___ con una sonrisa.

—Te pido que te limites a tratar con respeto y decencia humana a mi asistente, una relación de trabajo, nada más.

—Por favor, Egin —sonrío con burla, estaba el ímplicito "ajá" en su tono y gestualidad.

—Te pido que pienses bien tus próximas palabras —exclamó adoptando una postura desafiante, Lewin sonrió ladino, sin decir nada—. De ser así, en dos días, obtendrás respuesta. Puedes retirarte.

—Dos días, Egin, es todo.

—Ha quedado claro, señor Light. Le acompaño a la puerta —sonrió ____, sin perder su profesionalismo.

—_____ espere, el señor puede irse por su cuenta.

—Está bien, Egin. Tú conoces cómo se trabaja en el mundo de los negocios —sonrió sarcásticamente y con cierta arrogancia.

ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora