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—He esperado tanto por esto —habló Yukio, mirándote fijamente, sin apartar su arma

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—He esperado tanto por esto —habló Yukio, mirándote fijamente, sin apartar su arma

—Creo que podría decir lo mismo, Yukio —mencionaste, siguiendo su mirada, empuñando con fuerza tu arma

Miradas frías, cuerpos llenos de adrenalina, manos sudorosas y una pizca de excitación se podían percibir en aquel encuentro. Dos grandes cara a cara, peleando por negocios.

—¿Vas a disparar? —se atrevió a preguntar ____—. ¿O tendré que hacerlo yo?

—Que desafiante —habló Yukio—. Pero parece que antes deberemos tratar unas cosas

—¿Qué tipo de cosas, Egin?* —habló ____, mirando con curiosidad al azabache—. Yo no tengo nada que arreglar contigo

—Oh, ¿no hablas en serio, verdad? —se burlo Yukio con sarcasmo—. Porqué estoy seguro de que hay mucho que hablar

_____ suspiró, para después patear a Yukio, dejándolo sobre el asfalto de aquel frío callejón que marcaba el límite del territorio entre ellos dos, apuntó su espalda a la frente, quitando el seguro de su arma sin titubear, con una mirada frívola y estoica.

—Claro que hablo en serio —presionó su arma aún más en la frente pálida—. ¿Por qué no lo haría? Yo no tengo nada que hablar contigo, ni con tus tontos repartidores que insisten en meterse en mi territorio. Dejemos esto como una advertencia —aflojó la presión sobre el arma, poniéndole el seguro nuevamente—, pero es solo eso, lo siguiente, no lo será, será una acción advertida a su líder

_____ guardó su arma, caminando nuevamente a su auto.

—Creí que odiabas esto —murmuró Yukio, poniéndose de pie

—Lo que haga, piense o crea, dejo de importarte hace mucho tiempo —comentó sin mirar atrás

—¿Qué si no? —preguntó desafiante

—Ese, es tu problema —miro sobre su espalda—. Resuelvelo

—¿Por qué me odias?

—Porqué eres un idiota

Yukio rio.como si le hubieran dicho el mejor chiste.

—Crecimos juntos, lideramos las mejores redes de mafia en Japón, ¿por qué lo sería?

—No te debo explicaciones Egin

—Nos vamos a casar, lo quieras o no, ¿a qué viene resignación?

—No quiero casarme contigo por un contrato, solo por poder que puedo construir yo misma

—Creo que necesitas más que solo mi palabra —murmuró Yukio, caminando hacía ella—. Y puedo darte más que mi palabra

—¿A qué te refieres? —preguntó, volteando a verle

Yukio no mencionó nada, se acercó, sometiéndo a _____ rápidamente, inmovilizandola contra el cofre del auto.

—Espero que aún te siga gustando —murmuró sobre su oído, metiendo su mano a las pantis de _____

—¿Q-qué haces?

—Repitiendo lo que nos gustaba de jóvenes —susurró, besando el lóbulo de la oreja de ____, masturbando su clítoris sin prisa, tomando su tiempo

____ sonrió, para después golpearlo y darle la vuelta a la situación.
Yukio sonrió engreído, aquello, estaba por comenzar.

_____ jaló por la camisa a Yukio, hundiéndose en un beso profundo y obsceno, lleno de mordidas de por medio, exigiendo llevar el control, ya que sus orgullos no les permitían ser doblegados por el otro, don indomables, buscando domarse mutuamente, era la clave de un polvo caótico, excitante y caliente.

Yukio cargo por las piernas a ____, dejándola sobre el cofre del auto, para acariciar sus piernas, sin perderse del fogoso beso que estaban manteniendo.

Las manos de ___ se movieron con agilidad sobre el cuerpo de su compañero, buscando desnudarle para su deleite y es que todo en ese hombre podían ponerla en ese estado que él bien conocía.

—Nada mal ____

_____ rio, jalándole del cabello, atrayendolo preligrosamente a sus labios de nuevo.

—La experiencia no es en vano —murmuró, para comenzar a besarle com furia nuevamente

Los pantalones de Yukio comenzaban apretarle, por lo que ______ bajó su pantalón, recibiendo un dígito en su interior tras terminar su acción.

Sus gemidos comenzaban a ser el sonido que llenaba el lugar, aquel vacío callejón era testigo de las múltiples noches que se reunían a tener sexo, mientras frente a frente eran enemigos forzados a relacionarse.

Las manos de _____ atraparon con agilidad el bulto que los boxers de Yukio escondían, ganándose un gemido varonil de Yukio al rozar su miembro entre sus manos.

—¿Por qué no lo pides? —susurró ___, besando la mejilla de su amante, subiendo con sensualidad rozando su lengua contra la piel pálida

—Esa es mi línea —gimió, embistiendole con otro digito, sonriendo perversamente

____ forzó una sonrisa, tomó el miembro entre sus manos y lo dirigió a su entrada, apartando las manos contrarias, se volvieron uno solo con la noche.

—¿Q-qué mhg dirás... ahh-hora? —gimió, al sentir su entrada llenarse con el viril miembro, recibiendo un gemido malditamente excitante, sensual y vulnerable cómo respuesta

—Mhg, n-nada

Ambos ahogaron su intento de pelea en gemidos sonoros, entregándose a la luz de la luna, gimiendo, lloriqueando de placer y volviéndose débil ante el deseo de poseerse uno al otro.

El ritmo que marcaba Yukio era preciso, firme y decidido, cosa que ____ repetía cuando se encargaba del mando, firme y preciso, uno al otro se encargaba de llenar sus expectativas y rebasarlas, por que, al final de cuentas, seguían siendo enemigos, peleando por ganar territorio.

Después de todo, solo era sexo de una noche, hasta que su orgullo les permitiera ir más allá.

Después de todo, solo era sexo de una noche, hasta que su orgullo les permitiera ir más allá

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Medio cake, pero ya tocaba 😘

*Egin hace referencia al apellido de la madre de los gemelos.

-Seok

ᴏɴᴇ sʜᴏᴛs | ʏᴜᴋɪᴏ ᴏᴋᴜᴍᴜʀᴀDonde viven las historias. Descúbrelo ahora