¿Qué tipo de reacción tendría Yukio a diversas situaciones? ¿Qué sería de imaginar una situación en especifico con el ojiazul?
¡Puedes realizar tu pedido!
Sin más bienvenidx a este libro
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🥀 10. 11. 2020 ~
• Actualizaciones; no son muuuy f...
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"La primera carta de amor que escribí fue para mi mejor amigo..."
Aquella frase se podía leer en aquella libreta de hojas amarillas por dónde la historia se hacía presente.
Hace mucho tiempo se había dado por perdida aquella libreta de cubierta aterciopelada color rojo y entonces, ambos padres habían decidido que no podían hacer más que transmitir su historia desde sus acciones y muestras de cariño públicas.
Estoy segura que mi madre habría estado encantada de mostrarme está libreta junto a mi padre con una sonrisa, quizá en navidad o en diciembre, frente a la chimenea de aquella cabaña que solían rentar para pasar las festividades decembrinas y el cumpleaños de papá.
Una inevitable lágrima descendió por mi mejilla al recordar tan bellos recuerdos de mi infancia.
"Sus maravillosos ojos te cautivan y parecen transportarte a otro mundo, o quizá, solo soy yo"
Habría garabateado mi madre y en una tinta de color azul, mi padre habría escrito "No creo que sea así, pero sí es por ti, mi bella amada, debe ser así".
Cualquiera que los haya visto, habría sido testigo de su gran amor, aquel que inicio con mi madre compartiendo una misión con mi padre, aquello que llamarían su primer éxito y el incio de todo su amor.
— ❄ —
—Bueno, ya que insisten —sonreía mamá—, les contaré como su padre y yo nos conocimos.
—¡Yeah! —gritaba Haruki, emocionado saltando entre los sofás.
—Haruki, cariño, con cuidado, puedes caerte y lastimarte —reprendía mi padre, apartando la vista de su libro, incluso tenía la peculiaridad de acomodar sus lentes.
—Papá, ¿puedes contarnos cómo tú y mamá hacían sus misiones? —gritaba Haruki, cayendo de un sentón en el sofá.
—¡Sí, papá, por favor! —me unía a mi hermano pequeño, emocionada.
—Sumi, es una historia que tú y Haruki conocen de pies a cabeza.
—Papááááá —se llenaba el salón con un alargado pedido.
—Vamos Yukio, todos queremos escucharte.
—Sara, amor, deberías apoyarme —reclamaba papá, ambos Haruki y yo, los veíamos expectantes.
—Uhm, siempre lo hago, cariño. Nunca es la excepción, a menos que se trate de aquellas copias tuyas —sonreía mamá, dandole un delicado beso que parecía sacado de una pelicula de romance, mientras salía del salón.
