En dónde estás estancado? Dos complejos del tímido

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Si no has tenido mucho éxito con las mujeres (o con alguien más en circunstancias y contextos sociales) probablemente has gastado e invertido mucho tiempo analizando la situación. Algunos tímidos se culpan a sí mismos, otros culpan a la sociedad, otros culpan a las mujeres en general, de tal forma que van incubando y generando creencias limitantes, incomprensiones que dificultan en proceso de cambio, pero que es necesario detectar e ir eliminando, tal como empecé a insinuar en el texto del ruido mental.
Existen dos clases de comportamientos difíciles que desarrolla la persona tímida: por un lado puede sentirse inferior, y compararse a menudo con personas más extrovertidas, más abiertas, más sociables quienes tienen más éxito social y más éxito natural con las mujeres. Por otro lado, puede exhibir un complejo de superioridad frente a los demás, justificando y racionalizando su introversión al considerar que los demás son menos, son más básicos, son menos inteligentes o especiales. Frecuentemente uno encuentra ambas condiciones presentes.
Complejo de inferioridad: Entre las personas tímidas hay un común denominador: la baja autoestima. Incluso el tímido optimista puede sufrir con su estima, puede verse sumergido en auto recriminaciones del estilo “por qué soy así” o “por qué no puedo ser de otra forma”, “por qué no puedo hablar”, “por qué no se me ocurre nada que decir” en contextos sociales donde otros se desenvuelven de una forma más fluida pero sobre todo en la presencia de una mujer atractiva. El complejo de inferioridad puede tener un rango amplio, desde una pequeña falta de confianza, hasta el sentimiento de que todos los demás son mejores que tú y que estás francamente arruinado. Si perteneces a los dos primeros grupos (recluso o tímido pesimista) puedes tener pensamientos como los siguientes con regularidad:
·       Percepción de que las personas no te encuentran interesante.
·       Percepción de que no eres una persona fácil para conocer
·       Sentimiento de no tener nada con qué contribuir al grupo
·       Percepción de que no resultas atractivo para las mujeres
El común denominador aquí es un sentimiento de bajo valor. Por ejemplo, cuando las personas te dicen cosas del estilo “no te preocupes, ya llegará una persona”, tiendes a pensar cosas como:
·       He sido un miserable en mi vida, por qué nada cambia en todo este tiempo que ha pasado
·       He comprobado que las personas no pueden cambiar lo que son, así que estoy condenado a la soledad
Esos son algunos de los pensamientos comunes entre las personas que se sienten incómodas socialmente. Es fácil para las personas decir cosas como “hey ponte en forma, sal del encierro, tienes que ver las cosas de otra forma.” De acuerdo. Si has sido muy tímido, esas palabras resultan tremendamente molestas, porque el cambio no es consistente, quizá hay un día, un evento, un motivo que hace que triunfes, pero al otro día te encuentras hastiado de ser quien eres, y vuelves a sentir esa pesada carga de la incomodidad.
Es fácil sentirse inferior cuando ver a una persona con confianza desenvolverse, ver a alguien que sobresale en la multitud, ver alguien que se roba la atención por medios propios. Esa persona es directa, con buen sentido del humor, conversadora, como resultado ha obtenido un buen trabajo, su círculo social es amplio y estimulante y recibe bastante atención femenina.
¿Acaso esa persona confiada es así por dentro? Digamos que a veces sí y a veces no. Es un rasgo de carácter, ser extrovertido no significa necesariamente que tengas un extraordinario juego interno, de hecho se puede tener un montón de miedos, una baja autoestima, y cosas del estilo. Simplemente no lo expresan con un carácter introvertido.
Yo descubrí algo interesante: la mayoría de las personas no son mejores que uno. La gran mayoría tienen sus propias inseguridades y miedos sociales como cualquier otro. Quizá son muy buenos en una fiesta, pero quizá en una presentación ante su jefe se quiebren. Todos tenemos nuestros puntos de quiebre, y para sobrevivir los ocultamos de muchas formas, con muchas máscaras y artilugios. Uno de mis retos en la vida es buscar en ciertas personas esas grietas, sobre todo en los que más presumen, si encuentras la grieta descubres poder sobre ellos, y en ciertos contextos eso resulta ser un dato clave, en tu trabajo, en la competencia diaria por ser destacarte.
Todos tenemos grietas, a unos se les notan más y andan mostrándolas, otros las ocultan con capas y capas de apariencia, pero al final salen. Justamente son aquellas personas que aprenden a aceptar sus grietas, que buscan mejorarlas (no tanto disimularlas como repararlas)son quienes sobresalen en circunstancias sociales. De hecho, una de las cosas que he encontrado es que las personas completas, desarrolladas a un nivel amplio, que han alcanzado un nivel sólido de juego interno y confianza que les permite reducir al mínimo miedos, dudas, son más bien la minoría, son muy pocos. Otra cosa es que haya personas que te hablen mucha basura, y que presuman, a veces sólo un poco de presión en el lugar indicado basta para que brote la grieta… y a veces resultan grietas verdaderamente enormes. ¿Cuál debería ser la meta? Alcanzar un punto en la vida social para funcionar en la mayoría de situaciones con confianza y no estarte preguntando por lo que las demás personas piensan.
Complejo de superioridad y el mito del buen tipo: El otro lado de la moneda es el complejo de superioridad. ¿Puedes preguntarte cómo un tímido puede tener complejo de superioridad? Básicamente se manifiesta culpando a otros de su falta de éxito social mientras de disculpan a sí mismos por los resultados obtenidos. Frecuentemente el buen tipo se encuentra a sí mismo con mejores valores morales que otros, y a menudo observa como otros “idiotas” son ascendidos en el trabajo, tienen más oportunidades o tienen mayor éxito con las mujeres. O puede pensar que la sociedad es un fraude por promover la competición y dejar que personas inescrupulosas y mediocres pasen impunes o sean premiadas mientras que él, una persona superior y buen tipo, está aislado. Sin duda, piensa, el orden del mundo está mal. ¿Y es que no hay razón en ello? Sí, la sociedad tiene bases injustas, permite que ciertas personas sean premiadas o castigadas injustamente, de hecho algunos se regodean y viven vidas abundantes a costa de las fallas del sistema, pero es necesario que no veas en ello la oportunidad para recurrir a temas como teorías de la conspiración o ideas de ingeniería social o política totalitaria, donde en tu fantasía tu pones las reglas. Culpar a la sociedad o a las personas por tu infelicidad sólo da paso a más infelicidad.
Seré franco contigo: pero si tu experimentas cierta amargura y consideras que eres un buen tipo, probablemente no sean tan buen tipo como piensas. El buen tipo es por lo general una persona falsa. Michael Pilinski va más allá y dice, y yo estoy de acuerdo con él, que el autoproclamado buen tipo es una persona irascible, envidiosa, egoísta, emocionalmente demandante y manipuladora, con amplios sentimientos de inseguridad y un exagerado sentido de injusticia, que tiende a victimizarse y frustrarse por sus deseos insatisfechos. Muchas veces utiliza su “altruismo” y “generosidad” para manipular. Conscientes algunos, otros inconscientes, dan igual.
¡Ouch! Sí, quizá eso dolió. Quizá creías que eras fantástico, pero un poco de principio de realidad puede ubicarte y confrontarte.
Quizá sea mejor dejar por hoy la dosis de ese tamaño. El tema continua. Y no te preocupes, pronto iremos a la parte práctica, pero es que antes de volverte un activista y empezar a hacer, hay que poner un poco las cosas en perspectiva. Recuerda el camino por donde vamos: habilidades sociales

Como Ser Un CaballeroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora