Lo que los mortales llaman cielo

||02||

|02| Mucha información que procesar.

Brooke.

Mis ojos se abrieron de golpe, pero no veía nada. Tenía la vista completamente borrosa de lo que parecía un lugar que no era mi casa. Mi cabeza me dolía bastante e inconscientemente, mi mano fue a parar a mi frente. No recordaba absolutamente nada del día de ayer. Cuando por fin pude ver con claridad, estaba en la camilla de un hospital. Estaba en shock... ¿Cómo pude acabar en el hospital? Es decir, lo último que recuerdo es entrar al templo de Thenas junto a Mica y a partir de ahí nada. Pasé varios minutos tratando de recordar qué fue lo que me trajo aquí, hasta que un médico entró a mi habitación.

—Señorita Shallow ¿Se encuentra usted mejor? —dijo el hombre analizándome.

—¿Supongo? Es decir, no sé por qué estoy aquí. Si eso es estar mejor... si, si lo estoy. —dije en un tono sarcástico.

—Antes de nada, he de hacerte unas preguntas para intentar averiguar qué le ha pasado, pero es esencial que me conteste con la pura verdad ¿entendido? —dijo seriamente mientras me miraba fijamente a los ojos.

Asentí y él comenzó a hacerme preguntas.

—¿Ha estado cerca del upsidedown en estas últimas veinticuatro horas?

—¿El qué? —respondí totalmente desubicada.

—Es el sitio de conexión entre el cielo y el infierno. Haber estado cerca de allí, hace que la persona se desmaye por varias horas.

Me quedé callada por unos segundos. ¿Ese sitio de verdad existía? ¿El infierno era real? Es decir, solo tenía constancia de que en los libros de fantasía existía el infierno...

—¿Señorita, está usted bien?

—Perdone ¿El upsi qué? — pregunté incómodamente— Sinceramente, no tengo ni idea de lo que está hablando, por lo que no, no fui a ese lugar.

—En ese caso, está en perfectas condiciones, por lo que le daré el alta para que vuelva a su casa. Un gusto señorita Shallow.

Dicho eso, el médico salió de la habitación dejando que mi padre entrara en ella. Me preguntó acerca de todo lo que viví, pero al no recordar nada tuve que mentirle. Él parecía super emocionado y me asustaba un poco el hecho de no tener nada que contarle, por lo que decidí que la mejor opción era preguntarle cosas que él había hecho para intentar sonar creíble. Tras un rato hablando me vestí y papá nos llevó a casa.

Eran las diez de la noche aproximadamente cuando llegamos, por lo que ir a ver a Mica a estas horas no sería la mejor opción, iría a visitarla mañana.

( . )

No eran más de las once y media cuando salí de mi casa rumbo a la de mi mejor amiga. Cuando llegué, sus padres me recibieron con los brazos abiertos y me señalaron el camino hacia su habitación. Mica estaba tumbada en la cama con su característica coleta mal hecha y su preciado portátil en sus manos. Al verme entrar corrió a mis brazos.

—¡Brooke! ¿Qué tal estás? ¿Qué te pasó a ti? Es decir, entramos juntas al templo, pero no salimos juntas...

—Mica, tengo algo super importante que decirte. ¿Te acuerdas ? que leíamos juntas sobre demonios en la biblioteca?

—Claro, amábamos esas historias cuando éramos más pequeñas, pero... ¿Qué tiene eso que ver ahora?

—El motivo por el que no salimos juntas del templo fue porque después de caer desmayadas desperté en el hospital, pero tranquila, no hay nada grave. El caso es, que el médico comenzó a interrogarme acerca de un lugar llamado upsidedown, que es el sitio dónde el cielo y el infierno se encuentran. ¿No es asombroso?