Katsuki es un cambiaformas de dragón que tiene la más grande colección de esmeraldas en su clan.
Sin embargo a su colección le falta algo... O más bien alguien.
Alguien con ojos verdes tan brillantes como las gemas que colecciona.
#1 bkdk 31/07 22
...
Primero ve a su amigo abrazando a un chico como si se le fuera la vida en ello, y mirándolo como si fuera la pieza más preciada de su colección. Y un segundo más tarde, un diamante del tamaño de un mango es lanzado a su dirección.
Teniendo a Mina y a Katsuki como amigos, habían muy pocas cosas que le sorprendieran... pero este ya era otro nivel. Si no hubiera sido porque su piel es muy resistente, de seguro habría acabado con una gran cortada, pero en lugar de eso solo tiene una pequeña cortada que de seguro sanará en un par de minutos.
— ¡Ay por Dios! ¡¿Te encuentras bien?! — preguntó preocupado el peliverde mirando la cortada que había hecho la gema cerca de la ceja del chico.
El pelirrojo aún confundido por el ataque repentino y a la vez la amabilidad del peliverde, solo atinó a asentir ante la pregunta. Lastimosamente con el movimiento una pequeña gota de sangre escapó de la herida, haciendo que el pecoso entre en pánico y empezara a buscar entre sus bolsillos algo con qué curar al pelirrojo.
— Lo siento, lo siento. Déjame curarte — dijo atropelladamente mientras aplicaba el desinfectante sobre una venda y la aplicaba en la herida.
Pero apenas el líquido hizo contacto con la herida, Kirishima lanzó un grito al cielo y sin querer hasta se transformó en su forma de dragón. Sobra decir que el grito y la transformación, solo empeoró el estado nervioso del pecoso.
Padre cielo que estás en el nuestro
Empezó a rezar Izuku al creer que en cualquier momento sería atacado (y con justa razón) por el dragón de escamas rojas. Pero pasados unos segundos (que se sintieron como una eternidad para el peliverde), el dragón dejó de moverse y poco a poco volvió a su forma humana, por lo que el peliverde supo que su vida no corría riesgo.
— Yo...lo siento, es solo...¿qué rayos era eso que me pusiste? Nunca me habían puesto algo que ardiera tanto — dijo Kirishima rascando su cabeza y mostrando una sonrisa apenada al ver el alboroto que había armado y la cara mortificada del pecoso.
— JAJAJAJAJAJAJA — Katsuki por su lado no aguantó más lo absurdo de la situación y se carcajeó con ganas mientras agarraba su estómago — Esta vez si que te superaste Pelos de Mierda ¿qué carajos fue eso? Te vencieron con un poco de agua.
La risa del rubio contagió a Izuku quien suavemente comenzó a reír dejando atrás la tensión por ese momento tan incómodo.
— No es gracioso Bro — se quejó el pelirrojo haciendo un puchero ante las risas de los otros dos chicos — Ya quiero verte a ti reaccionar a esa cosa. Además, no creas que esto me hizo olvidar el elefante en la habitación ¿por qué no nos dijiste que tenías pareja? O mejor aún ¿desde cuándo tienes pareja? — inquirió mirando al pecoso y al rubio sucesivamente.
Ante las preguntas, ambos chicos enrojecieron hasta las orejas y todo rastro de las risas anteriores se esfumó.
Katsuki francamente no quería responder a eso, porque siendo honestos, la verdad era más vergonzosa que pensaran que el peliverde era su pareja. Así que decidió que el pelirrojo creyera lo que quisiera, e ignorando la pregunta se transformó llevándose al peliverde consigo.
¿Esto cuenta como un nuevo secuestro? ¿o sigue siendo parte del primero? se preguntaba Izuku mientras por segunda vez en el día se hallaba en las garras del dragón color marfil y veía el paisaje bajo sus pies volverse pequeño.
Kirishima por su parte negó ante la acción del rubio, y gritando un "Eso no es nada masculino de tu parte Bro" hacia el otro dragón, dejó la cueva.
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