¡Oh dulce sangre! {William Afton x Ti}

Sangre y plenitud

Vi que William salió de un cuarto de partes y servicio, pero estaba manchando el piso al caminar y se iba desapareciendo de mi vista estaba muy oscuro el lugar, me puse mi cubrebocas negro y la capucha.
Al entrar al cuarto sentí como el piso estaba lleno de algo líquido, no era pegajoso pero tampoco muy líquido para ser agua normal, al bajar mi cubrebocas el placentero olor de la sangre entro en mis pulmones al momento sentía como mi corazón latía rápido al percatarme era un horror y exitacion al ver cómo la sangre estaba regada y abundaba pero el horror hizo que retrocediera un poco ¡eran niños en trajes de animatrónicos!...
Sólo contemple lo que podía por la oscuridad esa macabra escena hasta que empecé a oír el picaporte moviéndose solo me puse detrás de puerta. Estaba William parado hasta que se encendió la luz me lampareo un poco estaba dispuesto a limpiar el reguero, tenía una sonrisa de oreja a oreja pero a la vez los ojos proyectaban seriedad y algo de enojo, miro si reloj.

- ¡Maldición! Por estar ocupado con el remanente no podré verla- aventó furico la escoba - Debí escuchar a Clara que los niños tienen muy poco remanente, bueno tampoco ella tenía mucho - soltó una carcajada cruel y ronca mientras se hacía el cabello para atrás. Estaba perdida en lo que era el remanente o para que mierdas servía, pero tenía que irme rápido no podía verme. Se paró en seco vio a uno de los animatrónicos de cerca.

¡Demonios! Mi reflejo estaba en la cárcasa del animatrónico, a lo cual se apresuró a sacarme de ahí pero tuve que cerrar la puerta para alejarme de él mi estatura era una ventaja pero sentí el jalón que me quito la capucha y dejo ver mi cabello no me reconocia a lo cual me tiró al suelo y sentí como el cuchillo estaba a dos centímetros de mi cuello estaba encima de mi, veía una mirada que perfectamente reconocía porque la había visto en mi, seguía siendo una mirada fría y una sonrisa más maliciosa y macabra. Me quito el cubrebocas la sonrisa se borró al verme.

Sólo nos miramos fijamente estaba fuera de mi, no sabía que hacer, que decirle... Era un asesino igual que yo pero ¿tendré el mismo final de esos niños?, Tome mi cuchillo de caza y le rasguñe la mejilla, me sentía tan miserable al lastimarlo, ya había enfrentado a más personas y no tener ningún remordimiento pero con el me sentía mal.
Lo empuje para atrás y terminé sentada en si estómago, su cuchillo de cocina estaba a centímetros de mi garganta y el mío a centímetros de su ojo derecho, no teníamos miedo pero no tenías ninguna palabra la cuál dirigirnos.

- ¡Quien diría que disfrutas de tomar un cuchillo! - dijo con su voz ronca y aún con su sonrisa de malicia, pero al hablarme de tal noto más oscuro y más dominante solo pude sentirme roja, y respirar más rápido.

-A si que tampoco son tus primeras víctimas.... Al menos se que no era en un sentido morboso como pensé pero ahora dime, que es el remanente- al decir eso sí sonrisa se borró y me miró serio en un movimiento rápido me tiró hacia atrás quedando otra vez encima de mi y sujeto con firmeza el brazo con el que tenía mi cuchillo.

-Es algo que descubrí pero no se obtiene tan fácil... perdí algo que tanto ame con todo mi corazón para poder saber cómo quitarlo- se me acercó más, no tenía miedo de estar con elz nisiquiera me aterraba la idea de que podría matarme ahí.

-Ame a mi hija con todo mi corazón, cuando ella se fue mi mundo se derrumbó completamente, trate de traerla a la vida pero fue inútil al igual que con mi otro hijo... No me arrepiento haber pedido a mi esposa.... No la amaba cuando terminó de abandonarme ni sentí nada cuando le arranque la vida por el remanente- me siguió mirando a los ojos, no entendía el porque estaba tan cómoda con el momento. Solo sentía como pequeñas gotas caían en mis mejillas por su herida de la mejilla.

- Así que señorita Moon también sabe lo que es quitar una la vida ... Ya que no es la primera vez que ocupa esa ropa... Reconozco la sangre seca a metros de mi-

-Si que eres observador, así que solo podemos guardarnos este secreto ya que ambos terminaríamos en grandes aprietos- me acerque un poco a su cara y sentí como me tomo de la nuca para besarme pero un beso más apasionado y más largo, nos separamos viendonos, deseandonos pero sabíamos que teníamos que irnos o llegaría la policia en búsqueda de los niños y no era el primer incidente.