𝐎𝟏. 𝐁𝐢𝐠 𝐁𝐫𝐨𝐭𝐡𝐞𝐫𝐬

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De la cocina de aquella gran casa, se hacía oir un suave tarareo en conjunto con la música que emitía una pequeña bocina, una femenina se movía con lentitud al compás de la música, su larga cabellera rubia casi en un tono rosado, yacía amarrada en una bella trenza, disfrutaba su momento mientras que cortaba uno que otra verdura para la comida que se encontraba haciendo; no siempre había silencio tranquilo en la casa, tomando en cuenta el cómo era su esposo y sus tres hijos, escandalosos a más no poder, pero los amaba de igual manera.


El día de hoy no estaban presentes, a excepción del más joven, que no había hecho acto de presencia después del desayuno, se había mantenido encerrado en su recamara con música de Nirvana a un alto nivel; pero ahora se ha mostrado, con su cabellera azabache en una pequeña y media coleta, vestido con una sudadera holgada que no es suya y unos pantalones de mezclilla rasgados, se ha recargado vagamente en la mesada.


Más no dice nada, permanece en silencio mirando fijamente a su progenitora que no ha detenido sus acciones y ahora yace cantando con suavidad 'Dancing Queen', el chico, de dieciséis años ha comenzado a golpetear con sus uñas.


—Oye ma... —habla bajo, recibiendo un tarareo de la femenina—. Tú, qué opinas de, am, ¿uncorteycambio?


La música sigue sonando, pero ahora la mujer ha detenido sus acciones y con una suave sonrisa ha mirado a su hijo, que mantiene la mirada en el suelo, tímido.


—Cariño, ¿deseas cortar un poco tu cabello y teñirlo? —cuestiona y recibe un pequeño asentimiento de cabeza—. No veo problema.


—¿En serio? —cuestiona moviendo con rapidez su cabeza, mira fijamente a su madre.


—En serio, pero me gustaría saber exactamente que corte quieres y el color que usaras, no quiero que andes de extravagante en el colegio, ¿entendido?


—¡Completamente, te quiero!


Poniéndose de puntillas y estirándose, logra plantar un pequeño beso en la nariz de su progenitora, quien suelta un risilla ante la acción, hecho aquello se marcha de la cocina a un paso apresurado.


—¿A dónde vas? —cuestiona alzando la voz, para ser oída perfectamente.


—¡Iré al local de Izo! —responde apareciendo nuevamente, más ahora tiene una mochila colgada en el hombro—. Shanks me llevara, ¡volveremos para la cena!

𝐋𝐞𝐭 𝐦𝐞 𝐚𝐝𝐨𝐫𝐞 𝐲𝐨𝐮Donde viven las historias. Descúbrelo ahora