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—Gay for you.
Comenzamos un nuevo día, por ende nos centraremos en un nuevo protagonista, uno al cual ya le hicimos mención, Monkey D Sabo, amigo de infancia de Ace.
Hablemos un poco sobre él, joven alto compartiendo altura con su amigo pecoso, cabellera rubia rizada y corta, un detalle especial de él, son sus ojos, posee heterocromia, su ojo derecho es azul cual zafiro mientras que el izquierdo se torna en un casi grisáceo, nunca ha tenido problema con sus ojos, le gustan siendo honesto, claro que, algunas veces tiene que utilizar anteojos, pero fuera de eso no hay un gran problema.
Es bueno metiéndose en líos, culpemos a la D en su nombre por supuesto, no a su grupo de amigos, que también tienen mucho que ver y hablando de estos, es una mala suerte el hecho de que fue cambiado de salón ante una explosión que hicieron en el Laboratorio, pudo haber sido pasado por alto, pero justamente la espuma de su volcán dio contra el rostro del director Sakazuki.
Esa es una de las mil razones por las que les odia, en fin.
Soltando un suspiro, el joven rubio cierra su casillero, nuevamente ha tenido que venir más temprano al colegio, todo ante el hecho de ser parte del club de periodismo, maldice el día en que se dejó chantajear por Kiku, pero lamentablemente es alguien demasiado fácil.
Tras guarda su carpeta en su mochila, se dispone a cerrar esta y colgarla en su hombro para asi poder marcharse a su clase, pero no puede hacerlo, abre su boca en una perfecta 'o' y sus ojos se ensanchan cual platos.
Ha sido llamado por alguien que conoce y aprecia mucho, su amigo de infancia, que siempre mantiene una pequeña sonrisa y una mirada cálida combinada con diversión, pero ahora, hay un gran cambio, su cabellera, ya no es azabache como la de su padre, es de un tono melocotón.
Ace se ha cortado y teñido el cabello. Ace. Corte. Teñir. ¡Cabello!
La mochila que poseía en manos da a caer al suelo y suelta un fuerte jadeo, no puede evitar llevar ambas manos a su boca, no presta atención a las miradas de los estudiantes extrañados, está completamente centrado en Ace.
—Oh por Jesucristo...
—¿Sabo, todo bien?
Justo cuando el timbre resuena por el pasillo, Ace parpadea confundido viendo a su amigo rubio huir, recargados en unos casilleros alejados, Law y Kid comparten una mirada igualmente confundidos.
