━ 𝐗𝐗𝐈𝐗: Un mal presentimiento

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•─────── CAPÍTULO XXIX ───────•

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───── CAPÍTULO XXIX ─────

UN MAL PRESENTIMIENTO

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── 「 𝐃𝐑𝐎𝐂𝐇 𝐅𝐇𝐀𝐈𝐑𝐄𝐀𝐂𝐇𝐃𝐀𝐈𝐍𝐍 」 ──

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── 「 𝐃𝐑𝐎𝐂𝐇 𝐅𝐇𝐀𝐈𝐑𝐄𝐀𝐂𝐇𝐃𝐀𝐈𝐍𝐍 」 ──

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        EL CORAZÓN DE SIRIANNE arrancó a latir desenfrenadamente cuando sus iris esmeralda se posaron en la Bruja Blanca, quien iba acomodada en una silla gestatoria que transportaban cuatro cíclopes. Tras ella, en la retaguardia, aquel minotauro de pelaje negro que tanto le había arrebatado tres años atrás hizo que la sangre le burbujeara en las venas, mientras que al frente de la comitiva iban Maugrim y sus secuaces, abriendo la marcha y vociferando los supuestos títulos de Jadis, que tenía el descaro de presentarse en el Campamento Rojo llamándose a sí misma reina de Narnia y Emperatriz de las Islas Solitarias.

Prácticamente todo el asentamiento se había reunido allí, junto a la carpa de Aslan, que aguardaba pacientemente la llegada de la hechicera. Gracias a la visión que había tenido Neisha esa misma mañana, los narnianos fieles al Gran León —y este mismo— habían podido prepararse para la inminente visita de Jadis, cuya presencia en el campamento no sorprendía a nadie, dadas las circunstancias.

A medida que la pintoresca cuadrilla avanzaba por el camino que conducía a la tienda de Aslan, los habitantes del asentamiento los recibían con abucheos y algún que otro insulto que la Bruja Blanca ignoraba con templanza. Esta, inmóvil como se encontraba en su asiento, mantenía una postura regia y la mirada fija en quien era su mayor rival.

Syrin cerró las manos en dos puños apretados cuando Maugrim pasó frente a ellos. Este, nada más verla en compañía de su gente y de los futuros reyes, le dedicó una sonrisa maliciosa que obligó a la pelirroja a comprimir la mandíbula con fuerza para no abalanzarse sobre él y terminar lo que habían empezado en la cascada.

Canción de Invierno | Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora