━ 𝐕: Los hermanos Pevensie

2.8K 331 127
                                    

•─────── CAPÍTULO V ───────•

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

───── CAPÍTULO V ─────

LOS HERMANOS PEVENSIE

────────────────

── 「 𝐓𝐇𝐀 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 𝐁𝐇𝐑𝐀̀𝐈𝐓𝐇𝐑𝐄𝐀𝐍 」 ──

¡Ay! Esta imagen no sigue nuestras pautas de contenido. Para continuar la publicación, intente quitarla o subir otra.

── 「 𝐓𝐇𝐀 𝐏𝐄𝐕𝐄𝐍𝐒𝐈𝐄 𝐁𝐇𝐑𝐀̀𝐈𝐓𝐇𝐑𝐄𝐀𝐍 」 ──

( NO OLVIDES VOTAR Y COMENTAR )

◦✧ ✹ ✧◦

        SIRIANNE Y NEISHA retrocedieron unos metros para dejarles espacio a los humanos y a los castores, quienes ya habían iniciado su descenso. Estos avanzaron despacio, agarrándose a las ramas más gruesas y resistentes y procurando no tropezar y precipitarse al vacío. Una vez en tierra firme, todos ellos salvaguardaron una distancia prudencial con las recién llegadas.

—¿Quiénes sois? —exigió saber un Hijo de Adán, dando un paso al frente.

Las narnianas lo inspeccionaron con curiosidad, puesto que esa era la primera vez que veían a un humano. Era alto, de pelo dorado y facciones bien definidas. Tal vez fuera uno o dos años más joven que Sirianne, aunque con tan poca luz era difícil confirmarlo.

—Responderemos a todas vuestras preguntas, os lo prometo. Pero antes debemos encontrar un refugio seguro. No nos conviene quedarnos a la intemperie, los lobos de Jadis podrían regresar —pronunció la arquera en su mejor tono neutral.

—¿Y cómo sabemos que no sois esbirros de la Bruja Blanca? —cuestionó una de las Hijas de Eva, la que aparentaba más edad.

—Tendréis que confiar en nosotras. No os queda otra alternativa —acotó Syrin, encogiéndose de hombros con simpleza—. ¿Sabéis de algún sitio donde podamos pasar la noche? —Esta vez se dirigió a los castores y al zorro, que ya había logrado ponerse en pie.

—Hay una cueva por aquí cerca. Puedo guiaros hasta ella si queréis —respondió el carroñero.

Sirianne observó de reojo a su hermana pequeña, esperando su aprobación. Esta asintió, por lo que la mayor tomó una bocanada de aire y escrutó con cierto nerviosismo los alrededores, cerciorándose de que se encontraban en la más absoluta soledad.

Canción de Invierno | Las Crónicas de NarniaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora