La luz que desprendían tus ojos cuando me mirabas era la misma que me guiaba cuando desesperaba, extraño esos momentos en los que éramos todo y a la vez nada, en los que solo importaba cuan felices éramos y nos valía un bledo el ¨mañana¨. No recuerdo el momento en el que todo se vino abajo, tampoco en el que todo se acababa, tantas risas, enojos, y peleas absurdas que nos faltaban; Fue lo que pensé cuando vi a mi costado y ya no estabas. Dije tantas cosas que pensaba y no sentía cuando peleamos esa mañana supongo que esa será mi cruz, ser esclavo de mis palabras.