Amor Bonus [1]

1- Aurea Noctes.

"El verano es siempre
mejor de lo que
podría ser."

– Charles Bowden.

***

Daphne Gray

Nuestro verano acababa de empezar y ya sabíamos que iba a ser el mejor de nuestra vida.

Mi mejor amiga, Jules, y yo habíamos acordado que ella pasaría todas las vacaciones en mi apartamento que daba vistas a la preciosa playa de Grace Bay.

—¡Joder, menudas ganas tenía ya! –exclamó Jules tirándose a la cama al llegar.

Yo me reí y conecté el altavoz que teníamos. Empezó a sonar Cruel Summer de Taylor Swift.

—¿No tienes la sensacion de que este verano va a ser EL verano? –le pregunté mientras pasaba la maleta del pasillo a nuestra habitación.

Ella se levantó mientras asentía con la cabeza y abrió la ventana, dejando ver el paisaje directo a la playa. Menudo sol hacía. Era el día perfecto.

—La verdad es que sí, viniendo en coche hacía aquí he tenido una visión de las mías –me dijo divertida —. He visto cómo conocías al chico de tus sueños, Daphne.

Estallé en carcajadas y le dije;

—¡Estás fatal, Jules, enserio! –saqué el bikini de la maleta —. Pero... ¿cómo era?

—¿Así que ahora te interesa? –me sonrió juguetonamente —. Bueno te lo digo pero no te ilusiones, no creo que haya chicos tan guapos por aquí –ella también sacó su bikini —. Era rubio y con ojos verdes, guapísimo.

—¿Rubio? –sonreí —. Si es así yo no caí, me tiré —nos reímos.

Jules se duchó y despues las dos nos colocamos los bikinis.

Decidimos ir un rato a la playa antes de comer. Le dije a mi madre que nos hiciera la comida para cuando volviéramos.

Mientras caminábamos por ahí se sentía el verano. El olor a mar y a playa, como da esa sensación de que el día es interminable para hacer mil cosas.

Jules y yo no parábamos de decir sitios a los que ir o planes que hacer. Me encantaba esto con ella, era otra vibra totalmente distinta.

Al llegar a la playa nos tumbamos con nuestras toallas a tomar un rato el sol. Ambas trajimos libros para no aburrirnos, éramos muy lectoras, nos encantaba.

Me giré hacia Jules y la miré; era muy guapa la verdad. Tenía el cabello oscuro como la noche y los ojos casi del mismo color, le daban un aire misterioso, aunque en el fondo no lo era para nada. Sus labios eran algo gruesos y la nariz pequeña, aunque a esta la adornaba un piercing de arito a un lado.

Sin embargo yo, era todo lo contrario. Siempre vestía con ropa de colores o con collares de perlas, Jules no, casi siempre iba de negro o tonos del estilo. Mi cabello era ondulado y castaño, y mis ojos eran verdes pardo. Nada parecidas.

Pero eso cambiaba si nos conocías, podrías pensar lo muy distintas que éramos físicamente, pero tema de personalidad, éramos muy iguales.