Capítulo 7. Verdugo del Empíreo

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Tras esa insolencia, Arkhelos encierra al pequeño ángel frente a todos y lo hace mirarlo, el pequeño estaba temblando de pánico, no sabía que había hecho mal exactamente.

Arkhelos: ¿Comprendes el error de haber nacido de esta forma? Solo lo podrás remediar con tu leal servicio a mí.

WhiteCrystal: si…mi gran rey…

Arkhelos: estarás encerrado aquí y después me vas a demostrar tu valor…no quisiera matar al último ángel de luz pura.

Al mencionar esto, saca una espada, toma del cabello al ángel y en un rápido movimiento corta su cabello para que pudiera parecer menos mujer.

Al pasar los días en esa reja, finalmente lo liberan, le colocan un traje precioso para la ejecución y un velo, nadie iba a saber de su existencia, pues querían aislarlo lo más posible de su trono para evitar otra vergüenza.

Llegan a un gran salón decorado con cristales preciosos, al frente estaba el primer demonio, se veía tan asustado e intenta gritar clemencia.

— ¡Por favor no! Tengo una familia que alimentar… solo fui por un poco de alimento… por favor, no hice nada malo…

Roy: *suspira profundamente y niega* nosotros no tenemos que ver con eso demonio, serás ejecutado por invadir un lugar pacífico y contaminarlo con tu esencia.

Las cadenas jalan al ángel ejecutor obligándolo a ir frente a ese pobre demonio, crea una daga de luz que parecía un prisma; por un momento mira al comandante, pero este le da la indicación de que debía continuar, sin más remedio se arrodilla frente al enjuiciado.

WhiteCrystal: tranquilo no temas… intentaré hacerlo rápido —le hablaba con una voz muy suave y casi susurrando.

Para su suerte, el demonio logra tranquilizarse un poco y tan solo cierra los ojos; el ángel estaba muy nervioso, no podía hacerlo, incluso su mano estaba temblando con la idea de apuñalar la gema.

Roy veía que no quería hacerlo, pero sabía que ninguno podía escapar, era por su bien, así que toma su mano y lo obliga a absorber aquella alma de demonio en la daga de luz.

WhiteCrystal: n-no… —el ángel queda impactado y sorprendido por lo que estaba viendo.

Roy: esto no es una pregunta…es tu vida o la de ellos, debes tomar una elección aunque vaya en contra de tus principios —lo toma del cabello y lo jala hacia su rostro, al retirar el velo y notar que el pequeño estaba llorando le dolía tanto…por alguna razón seguía sintiendo atracción por él aún sabiendo que era un chico… pero debía negar esto si quería mantenerse a salvo, tan solo acaricia la suave mejilla del pequeño— ellos no son como nosotros, son seres viles que podrían acabar con tu vida si les muestras temor…

El pequeño ángel tan solo asiente y trata de ocultar ese dolor; tras pasar unos meses con esta misma dolorosa rutina, era el día en que debía convertirse en el ángel ejecutor para el servicio del Empíreo.

Al salir y pasar frente al rey, se había colocado algunos bultos para parecer el cuerpo de un alpha promedio, todos los ángeles de todos los cargos lo miraban fijo, WhiteCrystal se arrodilla frente a todos, pero sobretodo, frente a su rey.

WhiteCrystal: majestad..
—hasta había usado su luz para cambiar el tono de su voz a una más gruesa— tu servidor WhiteCrystal está delante de su presencia para prometerle su eterna lealtad…

Arkhelos: —sonríe con satisfacción— Mi pequeño ángel, haz que me sienta orgulloso de ti, eres una parte fundamental para que nuestro imperio esté en armonía.

WhiteCrystal: lo entiendo bien…jurare lealtad a mi rey hasta que mi alma perezca…

Todos los ángeles extienden sus plumas en señal de aceptación al ángel ejecutor… pero por dentro, el pequeño ángel estaba derramando lágrimas, sentía que no era correcto, pero no tenía voz.

Finalmente Arkhelos crea unas cadenas doradas y se las coloca en el cuello y las muñecas, eran cadenas creadas con la sangre de los ángeles que se atrevieron a traicionar a su majestad, el gran rey Arkhelos.

Kurayami No Akuma 2Donde viven las historias. Descúbrelo ahora