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El sol se reflejaba en las paredes de mármol y azulejo, Artina miro desde la entrada del inmenso palacio, los guardias se acercaron a ella al verla llegar en el caballo blanco

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El sol se reflejaba en las paredes de mármol y azulejo, Artina miro desde la entrada del inmenso palacio, los guardias se acercaron a ella al verla llegar en el caballo blanco.

Tras contarles de dónde provenía y que traía, ambos soldados miraron en una de las torres para abrirle paso a la peliazul de armadura, a paso seguro empezó a caminar seguida de los soldados, la fragancia a rosas inundó su nariz, escaneo el gran jardín, varias flores y plantas brillaron en sus ojos, su gran variedad le agrado, en especial la gran cantidad de rosas rojas y azules.

Vio como abrían las grandes puertas para ser recibida por una señora mayor junto a un hombre, sonrió al ver a la fémina para acercarse y hacer una leve reverencia.

Ambas personas se miraron para indicarle el camino a los aposentos del sultán.

Emmett veía con cariño a sus dos hijas reír junto a su hermana y Atike, sintió un peso en su hombro para ver a su esposa recostarse y ver con ternura la escena

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Emmett veía con cariño a sus dos hijas reír junto a su hermana y Atike, sintió un peso en su hombro para ver a su esposa recostarse y ver con ternura la escena.

Alessandra suspiro satisfecha, ella era una mujer muy hermosa, cabellera blanca como la nieve y ojos verdes como esmeralda. Desde que llegó al palacio, Emmett se había enamorado de ella al ver sus ojos, tras hacer que su madre la volviera su criada y pasará a ser su alumna, se la llevaron como un regalo.

Poco después se volvió su concubina y dió a luz a sus hijos para volverse su sultana y luego su esposa legal y Haseki.

Ahora disfrutaba mucho el pasar el tiempo con su familia cuando no había guerras ni reuniones. Suspiro contento al ver a su familia, abrazo con fuerza a Alessandra para tocar su vientre.

Hace poco había anunciado que estaba embarazada de nuevo, tomó el vaso de café para acercárselo a la peliblanca.

Todo el ambiente fue interrumpido por la entrada de un sirviente.

— sultán —saludo para acercarse rápido a ambos sultanes— la guardia real del imperio de oriente está aquí, desea ver a sus altezas

— que pase —dijo para sostener la mano de su mujer y levantarse, le hizo una seña a las demás para que se colocarán al lado de ambos—

𝐋𝐄𝐃: 𝐂 𝐀 𝐅 𝐔 𝐍 𝐄   [ 𝐻𝐼𝐴𝑇𝑈𝑆 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora