𝐋𝐄𝐃: 𝐂 𝐀 𝐅 𝐔 𝐍 𝐄 [ 𝐻𝐼𝐴𝑇𝑈𝑆 ]

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Ya había pasado un mes desde el divorcio, en ese periodo, Rashta había estado estudiando; casi nada al no entender y el día del parto estaba cerca, así que Sovieshu apresuró los preparativos para comprometerse con la peliplata para después anunciarle como emperatriz.

Sovieshu tenía inquietud, Lainey había estado tranquila durante ese tiempo, apenas y comían juntos tras la partida de Navier y Leonor.

Porque si, Leonor al final se fue con su madre y el rey Heinrey. Le dió a su tía la aprobación de su plan y que le avisará cuando llegaran sus invitados especiales para ir al palacio. 

— conde Carl —llamó el azabache mientras revisaba unos papeles que le habían traído del imperio meridional—

— ¿sí majestad?

— hoy almorzaremos en el jardín de cristal, díganle a la duquesa Lainey que la espero ahí —ordenó Sovieshu guardando los documentos en su cajón para levantarse—

— ¿quiere que le diga a Lady Rashta también? —pregunto, aunque esperaba la respuesta, Lainey y Rashta no podían estar en la misma habitación—

— no, comeré con Lainey nada más —dijo para salir de su despacho—

Camino por el largo pasillo para oír unas rodillas, soltó un suspiro, deben ser uno de los tantos cotilleos de las criadas.

— dicen que las sultanas del imperio de Amell superan la belleza de la señorita Rashta —alcanzó a escuchar las palabras de la mujer, frunció el ceño al oír eso, para el no había mujer más bella que Rashta, tal vez Navier y su hija pero de ahí en fuera no lo había—

— cállate, ahí está su alteza —de reojo vio como ambas bajaban la cabeza avergonzadas para salir de ahí despavoridas—

" el imperio de Amell " pensó, había escuchado de eso, iban a hacer un acuerdo comercial.

Navier fue de visita para el tratado junto a Lainey, ambas le contaron sobre el palacio y sus regentes y los beneficios que traería.

Al final no hubo nada por la guerra.