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El silencio era lo principal en los aposentos, los ojos verdes miraban con detenimiento la expresión de la fémina, tenía una sonrisa ladina, estaba encantado, había escuchado mucho de la sultana, tan hermosa como despiadada, una rosa brillante con...

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El silencio era lo principal en los aposentos, los ojos verdes miraban con detenimiento la expresión de la fémina, tenía una sonrisa ladina, estaba encantado, había escuchado mucho de la sultana, tan hermosa como despiadada, una rosa brillante con espinas, bañada en oro y gemas.

— sultana Sąh, la rosa radiante del imperio amellek —con esa sonrisa galante característica de él, se acercó extendiendo su mano, esperando que la mujer de cabellos de azulados le correspondiera— es para mí un gran honor poder conocer a la sultana más hermosa del mundo

— ¿le dice eso a todas las mujeres que conoce, duque Ergi? —la sonrisa lobuna de la ojizafiro solo hizo que la curiosidad aumentara en el hombre, extendió su mano sintiendo como el ojiverde besaba el dorso de su mano con una devoción muy notoria—

— no es cualquier mujer mi sultana —dijo soltando una risa para separarse, ladeó la cabeza señalando a las criadas de la fémina— nadie se puede comparar con usted sultana Sahnaz Nurgülbahar

Sahnaz noto la intención del hombre, miro de reojo de manera insegura, se veía mal que una sultana se quedará a solas con un hombre que no fuera parte de su familia o su esposo.

Pero la curiosidad por saber que le diría el gran amigo de la concubina del emperador era mayor que seguir las reglas.

— salgan todas —ordenó, extendió su mano a una muchacha de cabello corto, está solo asintió dejando un beso de despedida en sus nudillos para salir junto a las demás— bueno, duque ¿de que era lo que quería hablar conmigo?

— me duele sultana, pensé que me daría una cálida bienvenida —tomo asiento frente a la mujer, sintiendo la suavidad del sillón aterciopelado color rojizo, desprendían un casi imperceptible aroma a jazmines—

— bueno, es difícil hacerlo cuando se trata del gran amigo de la favorita del emperador —la afilada mirada era tan intensa que por un momento el peliceniza se tenso un momento, era más difícil de lo que pensó tratar con la hija mayor del sultán—

Ergi pensó que con unas simples palabras encantadoras y sus sonrisas galantes la harían caer rendida a sus pies.

—“que mujer”

Pensó de manera extasiada, una mujer difícil y fría sería algo divertido.

Después del desayuno con los sultanes, Sovieshu había ido a su oficina junto al sultán para conversar a solas sobre los planos de la alianza que harían. La Haseki y la Valide fueron junto a Lainey a recibir a la princesa, había pasado mucho desde que Alexandra hablo con la pequeña niña de cabellos dorados y ojos esmeraldas como los de su madre. Quiso ir a los aposentos de su hermano antes de prepararse para la fiesta de esta noche, claro que no contó con que el duque Ergi la interceptara, en un principio sintió incomodidad por estar a solas con el, lo había visto a lo lejos junto a la peliplata.

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⏰ Última actualización: Sep 11, 2022 ⏰

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𝐋𝐄𝐃: 𝐂 𝐀 𝐅 𝐔 𝐍 𝐄   [ 𝐻𝐼𝐴𝑇𝑈𝑆 ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora