Cap. 38

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El día del segundo juicio de Persefone había llegado, miras a Hades quien se encontraba algo serio respecto a todo lo que iba a suceder, tomas una de sus manos y él te mira, le sonríes un poco y él te regresa la sonrisa, escuchas como unas puertas se abren y como Demeter y Persefone entran en aquella sala, ambas se abrazan y se separan siendo que Persefone camina a donde estaban Hades y tu — Hola a todos —saluda Demeter cerrando por algunos segundos sus ojos — En primer lugar, me gustaría aprovechar esta oportunidad para suplicar clemencia en nombre de mi hija —pide Demeter y miras a Persefone — Insistí en el encubrimiento, a pesar de que ella estaba en contra y es cierto que parte de la razón por la que oculté el acto de ira en primer lugar fue para proteger la imagen de mi hija. Pero esa no es la única razón ¿Cómo puede alguno de ustedes esperar que me vuelva a Zeus cuando él nunca muestra imparcialidad? Zeus, siempre me has tratado injustamente —comenta mirando a aquel dios — ¿Cuándo he sido injusto contigo? —pregunta Zeus mirándola con severidad.

En cuanto el término de decir aquello unas risas comenzaron a llenar aquel lugar haciendo que todos se pusieran nerviosos, de reojo observas como el ala de algo pasa rápidamente por una de las ventanas de aquel lugar — ¡Me he divertido escuchando los eventos de este juicio! —exclama una voz con alegría mientras una lluvia de plumas cae, sientes como Hades te abraza al igual que a Persefone. Observas como aparecía alguien el cual tenía alas de color negro en la scales había enormes ojos amarillos — Pero debo admitir... Estoy decepcionada de no haber recibido una invitación... —ese alguien estaba de espaldas pero podías ver que no tenía pelo — ¿QUIÉN ES ELLA? ¿QUIÉN ES ELLA? —pregunta Persefone con desesperación — Esa es Eris, la primera hija de Zeus y Hera —aquella chica se da la vuelta — La repudiaron porque era tan destructiva, impredecible e imposible de controlar —explica Hades y Eri se acerca rápidamente a donde estaba Zeus — Ella hiberna durante largos períodos de tiempo, lo que le permite realizar actos de ira más concentrados. El rasgo más genuinamente aterrador de Eris no es que sea particularmente violenta, sino que tiene un talento para arrancar los secretos más oscuros de cualquier persona de la nada y usarlos como mejor le parezca. Hacemos todo lo posible para apaciguar a Eris cuando aparece para evitar tantas consecuencias como sea posible —escuchas cada palabra que dice Hades mientras seguías mirando a Eris con atención, ella parece notar aquello y te mira de reojo dándote una sonrisa — Mi madre—Hades toma a Persefone por los hombros — Espera espera espera —dice rápidamente hacia ella — No quiero que mi madre esté sola —indica y Demeter la mira de reojo — Kore, por favor no te muevas —le indica y ambas miran a Eris — Quédate donde sea seguro, estaré bien —Eris rápidamente aparece cerca a Demeter quien retrocede un poco, dice algo que pone nerviosa a Demeter — Tengo que decir que estoy muy emocionada de escucharte continuar. Dile a mi padre exactamente lo que piensas de él. ¡Adelante, realmente DÉJALO TENERLO! —le ordena a Demeter haciendo que ella se ponga más nerviosa — D-dilo, Demeter —pide Zeus, Eris le susurra algo a Demeter haciendo que empiece a sudar — Tú-tú constantemente me socavas al tratar de involucrarme en tu trabajo sucio y castigarme si te  niego, Te negaste a coronarme como la Reina del Reino Mortal, a pesar de que todos los demás estuvieron de acuerdo —indica Demeter lo último con más confianza — No exactamente, ¿Sabías que Hades vetó la idea porque no quería perder los derechos de sus volcanes? —pregunta Eris y Hades se pone nervioso — Y, Poseidon, tu nunca visitas a tu hijo ¡él pregunta por ti todo el tiempo! —Poseidon se encoge de hombros ante aquella declaración — ¡Nunca has pagado una pizca de manutención infantil! Zeus, buscas lastimar a mi única hija porque tienes un problema infundado conmigo. ¿Puedes culparme por no querer llamar tu atención sobre Kore? Siempre me has maltratado, y ahora temo que este abuso se haya extendido a mi hija. Si debes castigar a alguien, por favor castigame a mí. Mi hija, Kore, es amorosa, compasiva y reflexiva. Honestamente, desearía que más de nosotros fuéramos como ella. Creo que cualquiera de nosotros habría tenido la misma reacción si estuviéramos en la posición de mi hija —Eris mira por momentos a Persefone y luego a Demeter dando un suspiro.

— Bueno, dioses, desearía que mi madre me amara tanto —comenta como si nada — ¡Tu trataste de matarme! —grita Hera hacia Eris — ¿Cuánto tiempo vas a mantener eso en mi contra? —grita de regreso Eris, sus alas la cubren un poco — ¿Sabes lo que realmente me gustaría? Que contaras la historia de como creaste a Persefone —indica —Pero.... ¿Porque? —pregunta Demeter con nerviosismo— ¡PORQUE PARA ESO ESTOY DE HUMOR! —grita Eris asustando a Demeter — Esta bien, esta bien... —suspira bajando la mirada y volviendo a elevarla — Hace tiempo, cuando yo vivía en el Olimpo... Me encontraba demasiado... Sola. No me di cuenta al principio porque siempre estaba muy ocupado con el trabajo, Hestia tenía las Diosas de la Eterna Virginidad... Entomces me di cuenta de que todos se habían mudado y tenían sus propias familias, yo pensé que estaba bien con estar sola, pero la vasta extensión de la inmortalidad resultó ser demasiado solitaria —hace una pausa y mira a Persefone — Entonces decidí hacer a mi propia hija... Metis me hizo de la tierra, y yo la había visto hacer a Hestia desde el fuego y finalmente creó a Hera desde las estrellas. Yo quería crear el hogar perfecto para mi hija y para mi en el reino mortal, un lugar ideal para que nosotras dos viviéramos en paz. Mi hija iba a ser hecha de mi propia voluntad y, por supuesto, de un millón de rosas perfectas, no tenía las mismas habilidades que Metis, así que todavía tenía que llevarla a término– ¡Diles a todos acerca de law bendiciones! ¡Esa es la mejor parte! —exclama Eris con impaciencia.

— Oh-okay... Eso es extrañamente específico... Y con eso, la Diosa de la Primavera nació. Pensé que sería apropiado obtener bendiciones de las otras diosas para Kore. Atenea la bendijo con inteligencia. Hestia la bendijo con generosidad y creatividad. Afrodita la bendijo con belleza, pero no creo que estuviera prestando atención en ese momento. Finalmente, fui a Hera. Afrodita la había bendecido a Persefone con belleza pero no iba a corregir a la reina de los dioses. Esas son todas las bemdiciones. Eso es —menciona Demeter y mira a Eris.

— Sin embargo, ¿lo es? —pregunta sonriendo — Yo creo que te estas olvidando de uno.

//Recuerden que la historia la pueden encontrar en Webtoon y que la creadora es Rachel Smythe//

Cuentos del olimpo // Male reader // Female reader Donde viven las historias. Descúbrelo ahora