Capítulo 12: Los pilares de la organización

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La peliblanca se quedó un rato más hablando con el Patron, incluso les compartió de los dulces que compró, a él y a las niñas, que descubrió que eran hijas del Patron, pero se tuvo que ir porque el hombre tenía cosas que hacer

*Me dijo el Patron que me quedara por aquí y que un kakushi me buscaría cuando fuera el momento. Lo mejor es quedarme en lugares a plena vista así es mas fácil que me encuentren*

La ojiazul estuvo paseando tranquilamente por el lugar durante un rato hasta que al pasar cerca de un patio escucho un grito

-¡Sabroso!-

Era la voz de un hombre, no tenía pensado hacer nada al respecto, pero le dio curiosidad

*¿Quién es ese hombre que no para de gritar "Sabroso"? *

No pudiendo aguantar la curiosidad, entro a el patio, igual no estaba cercado ni nada, así que no estaba entrando a un lugar privado

Mientras más se adentraba podía escuchar la voz más fuerte

*Este hombre sí que grita*

La peliblanca pudo ver a un joven de apariencia como la llama sentado en el pasto, él pareció no notar la presencia de la chica hasta que esta le habló

-Buenos días- dijo tranquila

La ojiazul no era de hablarle a las personas, pero al acercarse al hombre pudo notar que estaba comiendo y ella tenía hambre, solo le iba a preguntar de dónde sacó la comida y después se retiraría

-Oh, ¡Buenos días!- dijo aún gritando el hombre

-Disculpe ¿La comida la consiguió aquí en alguna parte o la compró en algún pueblo cercano?-

*Si la consiguió en un pueblo cercano podría ir y volver fácilmente*

-¿Tienes hambre?- preguntó ya no tan alto el joven

La peliblanca solo asintió con la cabeza, no le avergonzaba admitir algo como eso

-Ven, siéntate, tengo muchos platos de comida, yo te regalaré algunos- dijo mientras palmeaba el lugar aún lado de el

La ojiazul nunca a sido de las personas que se niegan a aceptar alguna cosa regalada, así que acepto sentarse junto a él hombre, este le paso unos cinco platos de comida y se dispuso a seguir comiendo

-¡Sabroso!- grito el hombre

-Gracias por la comida... - no terminó de decir la peliblanca por no saber el nombre del chico

El contrario la volteo a ver un poco extrañado de su pausa y ya después entendió

-Soy Rengoku Kyojuro- su tono era muy animado

-Gracias por la comida Rengoku-San- dijo y se dispuso a comer también

Después de muy poco tiempo la chica noto la mirada del hombre puesta en ella

-¿Pasa algo Rengoku-San?- Preguntó un poco confundida 

El joven asintió

-No me dijiste tu nombre- dijo con una sonrisa

*Cierto, no le dije mi nombre* pensó un tanto apenada la chica, después de todo olvido presentarse porque se quería poner a comer

-Soy Zaraza Jara- Se presentó la ojiazul

-Mucho gusto Zaraza- su sonrisa fue aún más grande

La chica negó con la cabeza

-No me diga por mi apellido, no es necesario ni tampoco me gusta mucho, solo dígame por mi nombre-

❄️hielo cálido❄️Donde viven las historias. Descúbrelo ahora