Despertar de un sueño

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El volver a ver la luz del día cuando creíste que había llegado tu final.

Cuando sueñas, ¿alguna vez has sentido que el protagonista de tu sueño eres tú y al mismo tiempo sabes que no se parece nada a tí?

Es extraño, porque sueles tener la certeza de que fuiste tú quien realizó todas las acciones dentro del sueño, pero al despertar no puedes evitar pensar que aunque eras tú se trataba de alguien más porque no te ves capaz de hacer las cosas que la persona del sueño hizo.

Justo así es como se siente Katsuki Bakugō al despertar en su habitación ese día.

Lo primero que llega a él es el desconcierto, luego lo golpean sus recuerdos de lo que pasó en en tren y lo primero que piensa es:

«¿Cómo carajos estoy vivo?»

Nota: Katsuki no suele maldecir (ni siquiera en sus pensamientos), o más bien no solía hacerlo, pero la palabra fluyó por su mente con tal naturalidad que él mismo no percibió lo extraño que hubiera sido si lo hubiera dicho en voz alta y con algún espectador.

Lo siguiente que hace es inspeccionar el entorno.

Está en su habitación, eso es raro, ¿que las personas no suelen despertar en hospitales después de accidentes? Pero probablemente su madre decidió que era más seguro mantenerlo en su habitación para evitar cualquier tipo de escándalo, eso es algo que ella haría.

Entonces piensa en todo el equipo médico que se debió necesitar para mantenerlo con vida, pero para su sorpresa no hay nada más en su habitación que sus cosas habituales.

Procede a inspeccionar su propio cuerpo, no siente dolor en ningún lado, no encuentra cicatrices nuevas en sus brazos aunque sabe que debería tener quemaduras de tercer grado, no parece tener fracturas, sigue postrado en la cama pero tiene suficiente fuerza como para mover sus piernas a pesar de que se sienten más pesadas de lo habitual. Sabe que la medicina de la época es, por no decir otra cosa, milagrosa; sabe que su madre tiene el dinero suficiente como para pagar cualquier tipo de tratamiento; pero también sabe que todo lleva algo de tiempo, lo cual lo lleva a su siguiente pregunta.

«¿Cuánto tiempo pasó?»

El sonido de la puerta abriéndose hace que Katsuki levante la mirada para encontrarse con una mujer rubia a quien conoce de toda la vida.

—Mamá —murmura mientras ve como los ojos de Mitsuki se llenan de lágrimas.

—¡Katsuki! —ella corre hasta la cama para envolverlo en sus brazos.

Algunas cosas sobre Mitsuki Bakugō: se trata de una mujer fuerte, inteligente e independiente, no puedes esperar menos de la mujer más importante en la industria de la robótica; su carácter es algo a tomarse en cuenta, es áspera por los bordes, brusca y bastante directa. No es el tipo de madre cariñosa que te prepara el desayuno en las mañanas o te ayuda cuando tienes problemas en la escuela y sin embargo haría todo, y permíteme recalcar una segunda vez, TODO, por su único hijo; el mismo hecho de que Katsuki esté despierto sobre su cama es la máxima prueba de ello.

Si ya les quedó claro que tan lejos llegaría Mitsuki por su hijo, hay que regresar a nuestro emotivo encuentro, porque no importa cuál sea tu personalidad y lo poco acostumbrado que estés a demostrar afecto físico, cuando ves a tu hijo consciente por primera vez después de que haya sufrido un accidente mortal no puedes evitar querer demostrar todo ese amor que no pudiste mostrar antes. Así que abraza a su hijo mientras él le devuelve el abrazo, porque un abrazo de su madre es algo que no ocurre a menudo y debe aprovechar.

Un par de minutos después ella rompe con el abrazo y se seca las lágrimas que se encuentran en los bordes de sus ojos. Katsuki se encuentra tan conmocionado que no está seguro de cómo reaccionar.

Obsolescencia ProgramadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora