Exposición mediática

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Y el descubrimiento paulatino de cosas que no cuadran.

La escena que se desarrolla en la sala de la casa Bakugō consta de Katsuki sentado en el sofá mientras las otras tres personas en la habitación discuten la situación en la que se encuentran ahora que aparentemente las redes decidieron que Katsuki sería un buen tema a explotar.

Las otras tres personas son: Mitsuki, Yamikumo y también Nemuri Kayama, una de las tantas conexiones que su madre tiene gracias a su trabajo.

Katsuki nunca antes lo pensó demasiado, producto de no estar demasiado interesado en el trabajo de su madre, pero acaba de darse cuenta de la clase de amigos que eres capaz de hacer cuando trabajas en la sede principal de una empresa tecnológica internacionalmente reconocida. Su madre tiene como amigos a médicos de primer nivel, a investigadores e ingenieros, conoce a los mejores abogados que existen y ahora están junto con la encargada del marketing y las relaciones públicas de la empresa. Se pregunta en sus adentros, ¿cuántas de esas conexiones debió usar después de su accidente?

La respuesta a esa pregunta es:

Todas las posibles.

Ella incluso se vio obligada a pedir favores a personas con las que no estaba en los mejores términos. Pero aquello, decide Mitsuki, su hijo no tiene por qué saberlo.

—No entiendo el problema —decide responder con ligero fastidio después de ver a las tres personas frente a él discutiendo cómo proceder ahora que su estado de salud se hizo público. Tres rostros voltean a verlo por ser su primera intervención desde que comenzó su reunión. Yami es el único que se atreve a hablar:

—¿El problema de qué?

—¿Por qué estamos haciendo esto? Sólo tengo que salir, decir un par de palabras y se acabo, no le veo el sentido en hacer planes y complicarlo todo.

Su madre inhala aire tratando de mantener la calma, su tono al hablar no ha sido nada amable y en cualquier otra situación habría sido motivo para que lo regañara. Nemuri por su parte se cruza los brazos ante sus palabras, es probable que se haya tomado sus palabras como ofensa ya que sin temor a hacerlo enfadar decide hablar.

—Puede que no lo creas pero no eres un don nadie que pueda tomar los medios a la ligera.

—¿Qué dijiste?

—Incluso antes del accidente. Eres el hijo Mitsuki, eso por sí solo llama bastante la atención. Ahora aquí un registro de tus apariciones previas en los medios, ganador de un concurso nacional de programación, puntaje perfecto en tu examen de admisión a la UA, colaborador en proyectos de ayuda social. Nada tan grande como el accidente, pero las personas te conocen, te han visto antes y esperan ver a un joven abnegado que arriesgó su vida para salvar a los demás, no a un adolecente insolente que no permite que las personas que se preocupen por él le ayuden.

»Le estoy haciendo un favor a tu madre, ella está preocupada por tí, así que será mejor que le agradezcas, me agradezcas y me dejes hacer mi trabajo.

La sala sé queda completamente silenciosa. Mitsuki y Yamikumo miran a Katsuki esperando que reaccione con violencia. Katsuki está parado frente a Nemuri con los puños apretados, frunce el ceño, la ira burbujea en el interior de su cuerpo, siente su cuerpo temblando y tiene tantas ganas de responderle a esa mujer. Pero decide quedarse callado, ha dicho un par de cosas que pueden ser ciertas.

—¡Bien! —espeta y se deja caer en el sillón tratando de contener el gruñido que se forma en su garganta.

La conversación prosigue, él no dice nada pero Mitsuki sigue hablando de los distintos correos que ha recibido de canales de noticias que piden alguna entrevista, Nemuri descarta los programas sensacionalistas y aquellos que buscan aprovecharse de las tendencias y señala aquellos a quienes concederle una entrevista podría ayudarles. No es hasta que escucha la palabra "premio" que presta atención.

Obsolescencia ProgramadaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora