Capítulo 30

78 9 1
                                    

    ~I'm a fan of your body~

Nora Arellano

  Cuando abrí los ojos recorrí la habitación y no pude evitar sentirme tan pequeña en esta cama, tampoco pude evitar sentir frio a pesar de esas dos sabanas que cubren mi cuerpo desnudo. La razón de ello, es que después de lo que sucedió anoche creí que aun David seguiría conmigo por la mañana.  Pero no es así, al despertarme el ya no estaba. Que ilusa fui. 

Me incorporo y pego mi espalda al respaldo de la cama. Con una de mis manos sujeto la sabana que cubre mi cuerpo desnudo. Alargo la mano hacia la cómoda para alcanzar mi reloj de mano. Veo la hora y resoplo maldiciendo en voz baja, tengo que salir de aquí antes de que todos se despierten pues ya pasa de las siete. 

Me pongo en pie con una de las sábanas cubriendo mi cuerpo y comienzo a buscar mi pijama. 

  Las imágenes de la noche anterior no tardan en llegar a mí y no puedo evitar ponerme roja. Todo fue maravilloso, por un instante pude olvidarme de todo el mundo y vivir sin estar pensando en nadie más que en David y en mí.  Fue todo como un sueño, aun dudo que todo eso sucedió. 

Al terminar de vestirme arreglo un poco la cama para que nadie sospeche nada. 

  —Buenos días —dejo de respirar cuando escucho la voz de David a mis espaldas. 

Mierda, no puede ser, el aún sigue aquí. 

No es que no lo quiera aquí, pero ahora que le voy a decir, ¿Cómo tengo que actuar? «A ver, Nora, primero que nada, tranquilízate y devuélvele el saludo».

  —Buenos días —digo con la voz temblorosa. Estoy echa un manojo de nervios. 

  Llevo las manos a mi cabello tratando de peinarlo, sin girarme a verlo. Estoy actuando como una tonta, lo sé y lo tengo claro. Pero que puedo hacer, girarme y abalanzarme encima de él y besarlo, «¿solo tiene que ser eso, Nora?» Bueno o salirme sin decir más. No sé cómo él se ha tomado lo acontecido hace unas horas y eso es lo que me hace dudar en cómo actuar o en que decir. No sé si para el significo algo o si... si fue un polvo más. Aunque todo lo que me dijo antes, antes de estar juntos, me hace creer que significo algo más. 

  —¿Pasa algo? 

  —No —jugueteo con mis manos mientras me doy media vuelta —, todo esta... 

  Abro los ojos como platos al verle. Y no me creo capaz de pronunciar alguna palabra, siento que las palabras se desvanecen en mi boca antes de poder pronunciarlas.

  Me quedo embobada viéndolo de pies a cabeza. Es que, joder verlo así me deja sin respiración. Mechones de cabello mojado cae sobre su frente y gotas de agua recorrer su cuerpo desnudo, el cual solo está cubierto por una toalla que cuelga sobre sus caderas cubriendo su intimidad. 

  Observo atónita su abdomen marcado, sus caderas y... 

  —Nora —pronuncia mi nombre entre risitas, devolviéndome a la realidad. 

  Alzo la mirada y me enfoco en su rostro.

  —¿Has perdido algo? —encarna una ceja divertido. 

  Niego lentamente con la cabeza e inconscientemente mi mirada cae nuevamente sobre su pecho, su abdomen y sus caderas. 

  —Vamos Nora que no es la primera vez que me ves así —ríe —, bueno la primera vez sí, las demás han sido completamente desnudo. 

  Siento mi rostro caliente y casi que puedo jurar que en estos momentos estoy más roja que un tomate. 

  —No pe-rdi na-da —no puede ser, lo que me faltaba, tartamudear. 

Amando lo prohibidoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora