Despertar de la pasión

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Hola Hola, lamento demorarme tanto pero he tenido nuevamente el choque con mi inspiración.

IONA

Me siento tan cómoda, me siento tan plena, tan feliz, hay tanto silencio a mi alrededor, y eso me asusta.

Abro mis ojos y los recuerdos vuelven a mi, como empezó deteniendo la sangre, y terminamos desnudos uno frente al otro.

Grave error, me he entregado a él, me he entregado en cuerpo y alma, ahora le pertenezco, ahora él me tiene a mi, estoy conectada a él y es injusto, es injusto porque su mente esta en silencio, no lo puedo oír, no puedo saber nada de él, pero él si todo de mi. Me levanto y acerco a su rostro, "qué estará pensando"  me digo a mi misma, y sus ojos se abren.

GAVIN

Sus ojos, esos ojos claros y grandes son un tormento, pensé que había sido una pesadilla, aunque placentera me sentí atrapado, y esos ojos estaban allí, grandes y profundos, era una bruja.

– BRUJA— grito fuertemente y la empujó con fuerza lejos de mí.

Ella cae de nalgas al suelo y se queja del dolor, no puedo ver su rostro, es el rostro de mis pesadillas, de mis presagios, con la llegada de Kara pensé que había terminado, pero no, es ella, la pesadilla se ha hecho realidad.

En ese instante siento un dolor atravesar mi vientre aunque el dolor viene desde mi espalda, una fea cicatriz se ve marcada al menos 15 centímetros ha roto mi piel, esa maldita espada del MacKinton, ese desgraciado pagará por su ofensa.

El dolor me atraviesa y me siento débil, la bruja me observa y enseguida tapo mis ojos.

- Largo de aquí, sal del fuerte, no eres parte de este reino-

- Se que no lo soy Gavin- me responde.

- Además de bruja, insolente, no respetas a tu Laird- la confrontó.

- Tú no eres mi Laird, y yo te salve la vida-

- No eres más que una mujerzuela que aprovechó mi vulnerabilidad para meterte en mi cama- vuelvo a enfrentarla - Lárgate de este lugar si no quieres que te mande a un calabozo por tal descaro.

- Soy tu curandera- hace énfasis

- Mi curandera es una mujer casada y con una hija, no una mujerzuela, que te largues te he dicho-

Aún estoy tapándome los ojos, no puedo ver ni su color de piel al menos, me da asco.

- Como digas, Laird -responde y rápidamente empieza a vestirse, se escucha sus movimientos acordé a la textura de la ropa sobre su piel.

Sin decir más palabras, sale del cuarto, dando un fuerte golpe a la puerta.

Al salir me sigo sintiendo alterado y no sé porque, mi corazón late fuerte, y empiezo a reconocer que este sentimiento no es mío, yo siento rabia, pero recibo dolor, es ella, ella me ha embrujado, ella se ha apoderado de mi, como lo hizo Aislinn con mi padre, esa bruja es de su misma especie.

Reina de mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora