La necesidad

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Hola,  espero esten muy bien, les cuento que hace 4 meses nació mi bebe, he ahí el porqué de mi ausencia, pero estamos de vuelta.

GAVIN

Con la mirada clavada en el techo, espero la llegada de la sanadora, de repente siento algo en el pecho... " ¿que es esto?".... " ¿por qué late mi corazón rapido?", son sensaciones, siento algo extraño, no se como reconocerlo...  - ¿Es esto nervios?- hablo en voz alta, cuando se abre la puerta y veo su rostro.

Sus ojos, fue un lapso de segundo en que sus ojos conectaron con los mios y el un sentimiento lleno mi corazón... ¿amor?, el terror me inundo, la bruja me ha hechizado.

- ¿De que manera tengo que decirte que no levantes la cara?- le grite lleno de soberbia, no repetire la historia de mi padre, no lo hare jamas.

- Lo lamento- dijo en voz baja- disculpe mi Laird, no lo volvere a hacer.

- Quiero que me expliques que paso la noche anterior- le ordeno antes de que se acerque a mi y siento mas nervios... ¿por qué tengo que sentir esto?.

- Quería aclarar eso mi Laird, no quiero que piense lo que no es, con la perdida de sangre, mi Señor entró en frio extremo, parecía hipotermia, por eso tuve que ayudarte a entrar en calor, estaba muy grave, fue solo para curar el sintoma-

- Se que fue sincera, no miente pero siento que aún falta algo- ¿y el beso? pregunto.

- El beso fue suyo, creo que estaba delirando, mencionó a Kara, y ocurrió el beso- Miente, no se porque pero lo siento, miente y eso me enfurece.

-En el futuro evita atravesarte en mi camino cuando este delirando, me repugnas- le digo con odio.

- Entendido- me contesta de forma grosera y más me enfurece, sin embargo le resto importancia - Ahora has lo tuyo, no quiero que estes mucho tiempo aqui en mi cuarto.

Tengo el torax aun lleno de vendas y siento dolor, asi que procede a retirar las vendas que aún tienen un poco de sangre, luego limpia con compresas la herida y realiza masajes sobre la zona, sus manos dejan rastros de cosquillas en mi piel, las cuales son tan agradables que empiezo a sentir el toque sensual de sus manos, rapidamente las alejo de mi, y sus ojos vuelven a conectar conmigo, el impulso de acercarla fue tan grande, que aunque no lo hice a propósito, la empuje lejos de mi para vencer la tentación y de nuevo besarla.

Al caer, se lleva el jarron de la mesa auxiliar al suelo y nuevamente se hiere la mano.

Sentí molestia, por su debilidad y por ser el causante de sus heridas; yo mismo sentía su dolor en mi piel.

- ¡VETE, VETE! no te quiero ver- me volteo a ver con odio y salió corriendo del cuarto.

Reina de mi DestinoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora