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Eran las 4 de la mañana cuando el pequeño Jungkook de casi dos meses se despertó debido a que tenía un hambre atroz, lloro por alrededor de cinco minutos hasta que Hoseok fue a verlo y lo tomo entre sus brazos.

-¿Tiene hambre mi pequeño?- le pregunto dulcemente

Las pequeñas galaxias de Jungkook se iluminaron cuando su padre dio justo en el clavo, su llanto paso de ser lo más estridente a ser leves valbuseos en lo que esperaba a que su padre calentará alguna de las mamilas que tenía en el refrigerador.

Lo llevo nuevamente a su habitación para poder sentarse en la silla mecedora mientras le daba de comer a Jungkook, mientras esperaba escuchó por el pasillo a Bam, esas lindas patitas resonar en la duela, empujó la puerta con su nariz y movió la cola con gusto al ver a dos de sus personas favoritas.

Hoseok le hizo un gesto para que no ladrara y despertara a Jungkook, Bam se recostó al lado de la silla volviendo a dormir al lado de ambos para protegerlos de cualquier peligro inminente.

Cuando la mamila se vacío, Hoseok movió un poco a Jungkook para que pidiera regurgitar y no tuviera cólicos más tarde, volvió a colocarlo en la cuna y Bam se echó enfrente de la cuna para seguir custodiando a su humano favorito.

-¡Vamos Bam!- le ordenó Hoseok

El pequeño Bam ni siquiera se inmutó un poco, pareciera que no escuchaba que Hoseok le había dado una orden.

-Bien, estoy demasiado cansado como para discutir contigo, Kim Bam- le miró con reproche- Así que portate bien y cuida bien a Jungkook- el pequeño Bam solo movió su cola como afirmación, después vio a Hoseok desaparecer por el pasillo para ir directo a su habitación para dormir un poco más.

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Namjoon había despertado alrededor de las 7 de la mañana, se había vuelto rutina el ejercitarse para después estar listo para atender a su pequeño bebé por unas horas durante la mañana, Hoseok ya había hecho demasiado con haber tenido a su bebé dentro de sí por 9 meses, haberlo dado a luz y todo lo demás que había hecho por su pequeño pedazo de cielo, para las 9 el estaba listo en la habitación de Jungkook aguardando con Bam a qué el bebé despertará para darle un baño, ponerle ropa limpia y darle de comer.

Para cuando Hoseok despertó al mediodía, su hijo ya había sido atendido e incluso estaba tomando la siesta, todos estaban en el jardín.

Bam jugaba alegremente con una pelota que era lanzada por Namjoon, Jungkook estaba en una pequeña canastita con capucha para que el sol no lastimara sus ojos, era una escena preciosa.

Namjoon sintió su presencia y fue a su encuentro, le beso dulcemente los labios y rozó su nariz con la del contrario.

-Buenos días, amor- dijo Namjoon- ¿Quieres que te haga el desayuno?

-Me encantaría

Namjoon dio media vuelta y tomó la canasta dónde se encontraba su pequeño Jungkook y le hizo una seña a Bam para que todos entrarán en casa y pudieran refrescarse.

Bam busco un lugar cómodo y fresco en casa, preferiblemente cerca de Jungkook, Hoseok lo recostó en un pequeño tapete con algunos de sus juguetes y un fuerte de cojines, mientras los tres esperaban que Namjoon preparara el desayuno.

-Cuida a este gordo por mi ¿de acuerdo?- dijo Hoseok a Bam para poder ir al baño rápidamente.

Cuando volvió, su corazón estaba a punto de derretirse, sus dos bebés estaban acurrucados y durmiendo, agradeció al cielo que llevaba su celular a todos lados, tendría otras fotos que enmarcar y presumirle a Seokjin.

Namjoon había terminado de preparar el desayuno, lo dejó en la encimera de la cocina para que Hoseok pudiera comer, mientras él cuidaba a los dos bebés de la casa.

Era fin de semana y el plan era quedarse en casa, ordenar comida y acurrucarse en la sala para ver programas de televisión o alguna película, mientras disfrutaban de sus licencias de paternidad.

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Es un capítulo cortito, pero ojalá que les guste.

Purple no va a ser un fanfic largo, pero me voy a esforzar por explotarlo lo más que pueda 💕

Cuídense mucho, nos leemos luego 🌻

PurpleDonde viven las historias. Descúbrelo ahora