Capítulo 70 Trato con la bruja (2)

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Iron cortó a los espectros del ejército de fantasmas que se precipitaron hacia él.


Había practicado su manejo básico de la espada y el manejo básico de la espada imperial hasta el punto de que se había arraigado profundamente en sus huesos. Sin embargo, a pesar de que su manejo de la espada es el más básico de todos, su maná y su postura perfecta fueron más que suficientes para lidiar con los espectros y fantasmas que se precipitaron hacia él.


Los cuerpos de los espectros que se habían materializado a través de las llamas azules eran tan duros como el acero, pero no estaban a la altura de un acero que se había fundido durante un período de tiempo mucho más largo. 


El acero que se hizo con urgencia estaba destinado a colapsar bajo una espada de acero hecha por un verdadero maestro artesano. Incluso si la espada de acero se lastimara y debilitara en el proceso, la espada de acero de un verdadero maestro no se rompería.


Algunos dirían...


"A veces, necesitas saber cuándo dar marcha atrás".


Mientras otros dirían...


"A veces, necesitas estar roto para sobrevivir de verdad".


Y eso era cierto. Iron también había vivido así en su vida anterior, pero se arrepintió de vivir así. Hubo personas que murieron por su propio juicio, personas que habían sido utilizadas, gente que rugía de frustración. Todas estas personas pasaron por su cabeza y fueron la razón por la que eligió nunca ser quebrantado ni sacudido en esta vida. 


Y ese pensamiento había llevado a la creación de su acero.


Bastante bien, chico.


—...


El Rey Fantasma habló con admiración mientras observaba a Iron reducir constantemente a cientos de su ejército. Luego, comenzó a moverse personalmente mientras balanceaba su enorme guadaña hacia el cuerpo exhausto de Iron que estaba herido y maltratado por el ejército fantasma.


Al ver esto, Iron rápidamente corrigió su postura y levantó su espada para bloquear la enorme guadaña envuelta en llamas azules.


(¡Sonido metálico! ¡Sonido metálico! ¡Sonido metálico!)


A pesar del asalto despiadado de la guadaña cubierta de llamas, Iron aún mantuvo su postura.


Al verlo permanecer firme, la pequeña muñeca calabaza aumentó aún más la intensidad de su ataque. Incluso los numerosos espectros del ejército fantasma atacaron a Iron, lo que le hizo más difícil soportar la lucha.


Balanceó su espada hasta que sus brazos ardían por la tensión. No había ninguna parte de su cuerpo que no estuviera herida, pero aún se mantuvo firme.


Eres bastante duro.


A pesar de recibir los ataques de un ser mucho más fuerte que él, el chico se mantuvo firme e implacable. 

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