IX. El primogénito que lo empujó a la desesperación.

657 52 8
                                    

<<Debe ser una maldición: dos primogénitos que acabaron conmigo>>

Mientras Frigga y su amiga preparaban a Sif para su encuentro con Thor, Odín y yo estabamos

esperando junto a él.

La habitación estaba un poco silenciosa, y Thor parecía confiado.

"Hijo mío: recuerda que hoy, ahora, será uno de los actos más importantes que vas a realizar para ella. Consumar este matrimonio debe traerte prosperidad, desendencia y felicidad". Odín hacía de sabio padre para romper el incómodo silencio.

"Lo se, padre. Estoy dispuesto a cumplir lo que he prometido frente a todos", contesto ecuánime Thor.

De la puerta contigua, salió Madre para anunciar que ella estaba lista. Quizás a su modo, también le había dado consejos a esa mujer para hacer más ameno este momento.

Yo, por mi parte, tenía un nudo en el estómago. No tenía ningún deseo de mirar esa repugnante escena. No soporté verlos besarse; vomitaré de ver a Thor desperdiciar su cuerpo encima de ella.

Y claro que mi cara lo decía todo. Así que Thor me susurró al pasar junto a mi.

"Hay para ambos", dijo. Yo me puse rojo pero de ira. ¡¿Como se atrevía?!...

Así que avanzamos en la habitación.

Ellos dos se encontraron frente a la cama, mientras los demás nos quedamos unos pasos lejos.

Sif estaba con una bata semi transparente, dejaba ver su cuerpo curvilíneo, que casi todo el tiempo ocultaba la armadura que traía siempre. Pechos grandes, piernas carnosas.

Tch. Con mi magia podría igualar o mejorar eso. Maldita.

Se miraron a los ojos, casi como enamoraditos. Ella suspiró, estoy seguro de que lo vi, y acarició el abdomen desnudo y marcado de Thor.

Apreté los dientes.

Él le quitó la bata, y su cuerpo desnudo por fin se dejó ver por completo. Ambos sonrieron con ternura, ahí me dio un tic en el ojo.

Thor se quitó el resto de su ropa. Y ahí, desnudos frente a frente, la cargó para subirla a la cama.

Ella, ligera como pluma, rodeó con sus brazos a Thor, y él quedó sobre ella. Nunca se dejaron de mirar, y luego empezaron a acariciarse. Sif estaba roja de la cara...estaba viviendo el sueño. Y a pesar de que apenas hace poco, Thor y yo habíamos tenido algo...especial, puso el mismo empeño sobre ella.

Apreté los puños cuándo acarició sus pechos y sus pezones. Pude imaginar cómo se sentía eso y tuve una combinación rara de ira con deseo. Él le empezó a besar el cuello, ella suspiraba leve, mientras cerró los ojos intentando disfrutar todo. Mi nariz estaba roja de coraje, y en un instante, abrió los ojos solo para mirarme con desafío y satisfacción. Notó mi molestia, así que sonrió triunfante.

Thor empezaba a menear su cadera sobre ella, rosandole su miembro glorioso. ¡Qué maldito desperdicio! Noté que él estaba erecto, al menos lo suficiente para poder penetrar su cuerpecito femenino.

Espero que lo estés disfrutando, maldita.

Fruncí el ceño aún más cuándo el llevó su mano a su pene, supongo preparándose y buscando la entrada de ella. Y cuándo lo sintió, soltó un gemido leve que me trajo recuerdos. ¿Así era yo?

No, no, no. Yo no hago esos gemiditos de ardilla. Qué fingida...

No entendía cómo ésta gente soportaba todo, como mi madre también tuvo que ser expuesta en algun momento con el viejo. Idiotez total.

Slave. [Thorki lemon]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora